domingo, 22 de junio de 2014

PONER EN PRÁCTICA LA PALABRA


Santiago 1: 19 Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; 20 pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. 21 Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.

La Palabra de Dios nos muestra que cuando permitimos que nuestro interior se llene de enojo, estamos contaminando nuestro ser con la inmundicia del pecado. Si por dentro estamos llenos de maldad, lo que hemos recibido de Dios no fructificará pues nuestra tierra está invadida por la cizaña. Despojémonos de toda maldad y démosle paso al poder de la Palabra de Dios que trae vida.

Santiago 1: 22 No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. 23 El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo 24 y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. 25 Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla. 26 Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada. 27 La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.

No es suficiente con escuchar la Palabra, saberla o incluso memorizarla. Es necesario ponerla por obra, cuando la ponemos en práctica durante nuestro diario vivir, primero estamos entrenando nuestro discernimiento al reconocer lo que la vida nos presenta y cuál debe ser nuestra posición frente a cada circunstancia como hijos de Dios. Segundo, estamos obedeciendo a la ley de Dios, Su ley perfecta que trae libertad. Tercero, aprendemos a escuchar la voz del Espíritu Santo porque nos dejamos guiar por Su Palabra de verdad. Cuarto, interiorizamos el conocimiento de esa Palabra y la volvemos una convicción en nuestra vida. Quinto, le damos gloria a Dios a través de nuestro accionar pues los demás podrán ver como Dios guía nuestras vidas y nos bendice, entonces se sentirán atraídos de tener lo mismo en sus vidas también.

Santiago 2: 1 Hermanos míos, la fe que tienen en nuestro glorioso Señor *Jesucristo no debe dar lugar a favoritismos…
Santiago 2: 5 Escuchen, mis queridos hermanos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres según el mundo para que sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman?

La Palabra también nos exhorta a comportarnos en igualdad de trato con los demás sin importar su condición, sin discriminar a nadie pues Dios es el único que conoce y juzga los corazones y nosotros debemos actuar frente a los demás considerando que son nuestros semejantes, así mostramos nuestra rendición y obediencia a Dios cumpliendo con este mandato.

Santiago 2: 8 Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»; 9 pero si muestran algún favoritismo, pecan y son culpables, pues la misma ley los acusa de ser transgresores. 10 Porque el que cumple con toda la ley pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda. 11 Pues el que dijo: «No cometas adulterio», también dijo: «No mates.» Si no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la ley.


La Ley de Dios es perfecta y nos fue entregada para ser cumplida pues está creada para nuestro beneficio. Hemos permitido que las presiones sociales y las tentaciones alivianen la importancia de cumplir con los mandatos de Dios y hemos ido perdiendo el temor a Dios, el respeto por Su Palabra. No es necesario cometer pecados “grandes” para transgredir la Ley de Dios, con tan solo discriminar a un semejante, ya estamos rompiendo la Ley. Eso nos muestra cuán importante es para Dios que tengamos amor entre nosotros. Y si eso demanda Dios de nosotros es porque Él nos ama aún más abundantemente. 

sábado, 21 de junio de 2014

La Sabiduría que viene de Dios y las pruebas

Fe y sabiduría

Santiago 1: 2 Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.

Constantemente experimentamos diferentes pruebas para que nosotros mismos sepamos nuestras fortalezas, debilidades y prioridades, solamente durante los momentos difíciles, cuando nos sentimos presionados, sobresale lo que realmente tenemos como convicción. Los resultados no serán los esperados ni tampoco obtendremos lo anhelado inmediatamente, es necesario pasar por un proceso que demanda tiempo y que edifica nuestra forma de ser como hijos de Dios.

Santiago 1: 5 pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos.

La fuente de toda sabiduría es nuestro Dios, solamente El a través de Su Espíritu Santo puede conducirnos hacia la decisión correcta. Pero en Su Palabra nos pide que NO dudemos sino que seamos estables, de una sola convicción y ánimo.

Lo transitorio de las riquezas

Santiago 1: 9 Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición, 10 y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba. 11 Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece; así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.

El mundo agobiante en el que vivimos nos absorbe cada día más con el trabajo, que es el medio de obtener el sustento diario de cada familia. Sin embargo, consideremos lo que dice las Sagradas Escrituras al respecto de trabajar sin dedicar el tiempo a otras actividades.

La tentación explicada

Santiago 1: 12 Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman. 13 Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie. 14 Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. 15 Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte. 16 Amados hermanos míos, no os engañéis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. 18 En el ejercicio de su voluntad, El nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.

Nuestra falta de madurez nos lleva a siempre buscar culpables de los actos que cometemos y nos cuesta reconocer nuestra propia maldad, que al ser ejecutada nos trae malas consecuencias. AL reconocer nuestra debilidad y dejar en manos de Dios nuestra vida, nos ayuda a ver de forma clara cual debe ser nuestra forma de vivir, nuestro accionar y de que manera queremos demostrar nuestra gratitud y amor a Dios. El perseverar y permanecer nuestra convicción en El es una manera de alabarlo y reconocer Su poder.