martes, 30 de agosto de 2016

LA BIBLIA Y NUESTRO BOLSILLO

Como cristianos debemos buscar en la Palabra de Dios los principios divinos que han de guiar nuestro manejo financiero de cada día y nuestras inversiones a corto y largo plazo.
Lucas 16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

La forma en la que manejamos nuestras posesiones, sean muchas o pocas, es una expresión externa de una condición espiritual interna, demostramos donde estamos parados espiritualmente.
Mateo 25:14-46
14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. 18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. 26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.  28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
El juicio de las naciones
31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Principio del contentamiento
Contentamiento NO significa resignarse a quedarse en la posición económica que se encuentre sin importar lo deplorable que sea. 
El contentamiento es una actitud hacia la vida. Es saber cuál es el plan de Dios para mí, y donde estoy ubicado con respecto a ese plan.
1 Timoteo 6:10 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamientoporque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
¿Dónde quiere Dios que estés ahora?
Si te rebelas contra la voluntad de Dios, tengas mucho o poco, siempre ansiarás más y nunca te será suficiente.
2 Corintios 8:13-15 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.
El Señor en su soberanía, llama a algunos a vivir vidas económicamente restringidas y llama a otros a ganar grandes cantidades de dinero; todos con un propósito.
El secreto del contentamiento está en entender, aceptar y obedecer la voluntad económica de Dios para mi vida, a corto y largo plazo.
1 Timoteo 6:17-19 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.
El contentamiento es deshacerme del pensamiento de que es "mío" y entender que todo es de Dios.
Hebreos 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. 

lunes, 29 de agosto de 2016

OFRENDA AGRADABLE AL SEÑOR

Ofrendar es agradecer a Dios por las infinitas obras que Él ha hecho, hace y hará por cada uno de nosotros para nuestro beneficio, aunque a veces el beneficio está escondido detrás de los tiempos difíciles.

Por lo general, esperamos recibir las bendiciones de Dios y nuestro corazón dice: Señor, ¿qué tienes para mí?. Cuando ofrendamos, encarnamos una actitud de entrega, y nuestro corazón dice: Señor, ¿qué quieres que haga para ti? De esta forma, la ofrenda representa el agradecimiento continuo y sincero ante Dios.

Lucas 17:12-19
12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13 y alzaron la voz, diciendo: !!Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! 14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, 16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Cristo dio sanidad a diez leprosos pero solo uno de ellos regresó para presentar su ofrenda de agradecimiento. A este uno, además le dio la salvación.
¿Estás agradeciendo al Señor por todo lo que te da?
1 Crónicas 16:29 Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad
Deuteronomio 16:16-17 Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.

sábado, 27 de agosto de 2016

HONRA A DIOS CON TU DINERO

En la gracia de Dios hay siempre un gran tesoro, mucho más valioso que todos los bienes de este mundo. Los que poseen poco pero tienen el corazón dispuesto a contentarse con poco, pueden disfrutar de la necesaria comodidad en esta vida.

Dios anhela que seamos prósperos y bendecidos pero Él quiere que caminemos en integridad y en honestidad.
Proverbios 3:9-10 Honra al SEÑOR con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos. Así tus graneros estarán llenos con abundancia, y tus lagares rebosarán de vino nuevo.

El DAR rompe todo poder que el amor al dinero tiene sobre ti. Diezmar rompe la mentalidad de "esto es mío" porque todo le pertenece a Dios; la inclinación de apoyarnos en los bienes, en lugar de apoyarnos en Dios.

Somos responsables de la correcta administración de los recursos que Dios provee a nuestros hogares.
Sé diligente pero no trabajes demasiado. Sé responsable y sabio para buscar la verdadera prosperidad para tu hogar.
Proverbios 23:4 No te afanes por hacerte rico; sé prudente y desiste.
Proverbios 10:4 La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece.
Proverbios 22:29 ¿Has visto un hombre diligente en su trabajo? En la presencia de los reyes estará. No estará en presencia de los de baja condición.
Proverbios 13:4 El alma del perezoso desea y nada alcanzapero el alma de los diligentes será prosperada.

Proverbios 9:1 La sabiduría construyó su caso y labró sus 7 columnas...
1. Honra a Dios con tu dinero
Malaquías 3:10 Traigan todo el diezmo al tesoro y haya alimento en mi casa. Pruébenme en esto, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, si no les abriré las ventanas de los cielos y vaciaré sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.

2. Sé diligente en todo y mantén una buena ética de trabajo 
Lucas 16:10 El que es fiel en lo muy poco también es fiel en lo mucho, y el que en lo muy poco es injusto también es injusto en lo mucho.

3. Cuídate de las deudas y evita ser fiador o garante.

4. Sé generoso y ayuda a quienes lo necesiten si está a tu alcance hacerlo.
2 Corintios 9 :6 Y digo esto: El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará. 

5. Busca el consejo de personas con sabiduría comprobada.

6. Evita caer en la tentación de la codicia y ambición.
Salmo 37:7 Calla delante del SEÑOR y espera en él. No te alteres con motivo de los que prosperan en su caminopor el hombre que hace maldades.

7. Sé honesto, sé íntegro.
Romanos 12:3 Digo, pues, a cada uno de ustedes por la gracia que me ha sido dada, que nadie tenga más alto concepto de sí que el que deba tener; más bien, que piense con sensatez, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.

DIOS QUIERE BENDECIRNOS SOBREABUNDANTEMENTE...

jueves, 25 de agosto de 2016

LIMPIEMOS NUESTRA CASA

Para que la sociedad, la iglesia y la familia crezcan en bendiciones, es necesario que sean limpiadas por el perdón de Dios; confesando ante Él todo pecado, apartándose del mal y buscando la santidad a la que todos hemos sido llamados.

1. El pecado acarrea condenación a todos, si en tu casa hay alguien que está en pecado habrá problemas.
Romanos 5:18 Por el pecado de Adán, Dios declaró que todos merecemos morir; pero gracias a Jesucristo, que murió por nosotros, Dios nos declara inocentes y nos da la vida eterna.
2. Cuando el pecado no se confiesa, eres vulnerable a ser derrotado
2 Crónicas 6:24-25 Y si Tu pueblo Israel es derrotado delante del enemigo por haber pecado contra Ti, y se vuelven a Ti y confiesan Tu nombre, y oran y hacen súplica delante de Ti en esta casa, escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.

3. La bendición llega cuando limpiamos nuestra casa, debemos reconocer que hemos fallado y buscar la santificación y consagración, pero sobre todo, limpiar todo pecado que no ha permitido que la bendición de Dios fluya en nuestra vida.
1 Juan 1:6-10 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Es  necesario un tiempo para recomenzar
Después de la disciplina, Dios levanta nuevas criaturas que ponen en práctica Su Palabra, reconociendo que nada podemos hacer alejados de Dios.
Nehemías 1:5-9 Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientosesté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo. Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.

Levantemos y edifiquemos una nueva vida con ayuda de Jesús, esforzando nuestras manos para bien.