JEREMÍAS 1
Antes que te formase
en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta
a las naciones.
6 Y yo dije: !!Ah! !!ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar,
porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo
que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
Dios es quien nos ha escogido primero, nos capacita, nos prepara,
nos lleva por el camino que debemos transitar para cumplir con el propósito por
el cual fuimos creados.
8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para
librarte, dice Jehová.
9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová:
He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre
reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para
edificar y para plantar.
El arrancar y destruir el pecado y la maldad, esto es esencial para
el cambio, para arruinar y derribar las barreras que limitan al conocimiento de
Dios y para edificar y plantar la buena semilla de la Palabra de Dios, la misma
que al crecer, transforma y da fruto convirtiendo la vida de quien la recibe.
11 La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú,
Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.[a]
13 Vino a mí la palabra de Jehová por segunda vez, diciendo:
¿Qué ves tú? Y dije: Veo una olla que hierve; y su faz está hacia el norte.
14 Me dijo Jehová: Del norte se soltará el mal sobre todos los
moradores de esta tierra.
15 Porque he aquí que yo convoco a todas las familias de los
reinos del norte, dice Jehová; y vendrán, y pondrá cada uno su campamento a la
entrada de las puertas de Jerusalén, y junto a todos sus muros en derredor, y
contra todas las ciudades de Judá.
16 Y a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra
los que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos
adoraron.
A Dios le molesta la maldad y el pecado, y por eso hará lo necesario
para librar a cualquier nación de esa esclavitud.
17 Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto
te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante
de ellos.
18 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad
fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta
tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de
la tierra.
19 Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy
contigo, dice Jehová, para librarte.
Dios nos pide hacer nuestra parte, persistir en compartir Su
mensaje, caminar y persistir en Sus buenas obras porque Dios nos protegerá y
acompañara en todos nuestros caminos.
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