Dios está llamando a los obreros de la última hora. Necesitamos
trabajar en Su viña y El empezará a pagar desde los postreros hasta los
primeros, serán pagados el mismo jornal.
Mateo 20:1-10 Así mismo el reino de los cielos se parece a un
propietario que salió de madrugada a contratar obreros para su viñedo. Acordó
darles la paga de un día de trabajo y los envió a su viñedo. Cerca de las 9 de
la mañana, salió y vio a otros que estaban desocupados en la plaza. Les dijo: Vayan
también ustedes a trabajar en mi viñedo y les pagaré lo que sea justo. Así que
fueron. Salió de nuevo a eso del mediodía a la media tarde e hizo lo mismo.
Alrededor de las 5 de la tarde, salió y encontró a otros más que estaban sin
trabajo. Les pregunto: ¿por qué han estado aquí desocupados todo el día? porque
nadie nos ha contratado, contestaron. Él les dijo: vayan también ustedes a
trabajar en mi viñedo. Al atardecer, el dueño de viñedo le ordenó a su capataz.
Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por lo últimos contratados
hasta llegar a los primeros. Se presentaron los obreros que habían sido
contratados cerca de las 5 de la tarde, y cada uno recibió la paga de un día.
Por eso cuando llegaron los que fueron contratados primero, esperaban que
recibirían más. Pero cada uno de ellos recibió también la paga de un día.
La iglesia está dormida; el dormido tiene movimientos
involuntarios, tiene que despertarse y entrar en acción; la iglesia es el reloj
profético de Dios. Todo está preparado. El sistema del diablo también lo está.
El sistema mundial no cree en la Sangre de Cristo, y busca un nuevo orden
mundial humanista. Hay gente que necesita ser despertada. Dejar de acomodarse
en la religión y empezar a vivir una relación verdadera con Dios.
Dios busca obreros quienes puedan prepararse y estén dispuestos a
pelear. Los siervos inútiles hacen solo lo que les mandan hacer, pero el buen
siervo camina la milla extra.
Mateo 9:35-38 Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando
en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda
enfermedad y toda dolencia. Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas,
porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. La cosecha es
abundante, pero son pocos los obreros, les dijo a sus discípulos. Pídanle, por
tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo.
Tomado de la conferencia del P. Edwin Estrada del 23/04/20
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