Efesios 4: 32 Más bien, sean bondadosos y
compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a
ustedes en Cristo.
Santiago 3:5-12 Sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo
ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Que su «sí» sea «sí», y su «no»,
«no», para que no sean condenados.
Juan 16:33 Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo
afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
Dios usa nuestros errores y debilidades, todos
los problemas ocasionados por el mundo o satanás para formar nuestro carácter y
hacer más firme nuestro caminar aunque la intención del enemigo sea
desalentarnos y afligirnos.
Salmo 89:28 Mi amor por él será siempre constante, y mi pacto con él se mantendrá fiel.
La misericordia de Dios es eterna, así como su
fidelidad, nos ha prometido la Salvación por Su Gracia, a pesar de nuestra
desobediencia y defectos. Cuando nos hacemos dependientes de Dios, Él nos da la
victoria sobre toda aflicción.
1 Corintios 12:28 En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diversas lenguas.
Estamos tan sumergidos en nuestros propios asuntos que nos olvidamos de
mostrar la misericordia de Jesús a los demás cuando necesitan una palabra de
consuelo o han caído en pecado.
Lo que Dios espera de Su pueblo es que nos levantemos y ayudemos al que
tiene necesidad, Dios quiere que Su pueblo vaya más allá del cumplimiento de la
Palabra y que se comprometa en justicia, amor, afecto, fidelidad y cariño en el
conocimiento de Dios, porque la Cruz es la revelación del amor misericordioso,
a los pobres, a los que sufren, los prisioneros, los ciegos, los oprimidos y
pecadores.
Proverbios
10:12 El odio es motivo de disensiones, pero
el amor cubre todas las faltas.
Si tengo misericordia solo para los que amo o están a mi alrededor,
quiere decir que no he conocido el amor de Dios, porque el amor de Dios en
nosotros es para toda la humanidad. Por eso el que encuentra a Dios, encuentra
todo porque estas encontrando Su misericordia en la cual nos envuelve el
Espíritu Santo.
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