viernes, 21 de noviembre de 2014
jueves, 17 de julio de 2014
EL PRIVILEGIO DE SER PRODUCTIVO - P. Roberto Dávila
Mateo 25: 14 Porque el Reino de los Cielos es como un hombre que yéndose lejos llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
La productividad de nuestros talentos está definida por nuestro carácter, el mismo que es moldeado por Dios mediante un proceso que Él determina adecuado al tiempo y espacio de nuestra vida.
La productividad es llevar fruto que permanezca, es mantenernos consiguiendo algo. Hay cosas que se consiguen porque son el fin, la razón, el objetivo, el resultado. Hay cosas que se consiguen porque son el medio para conseguir otras. Por eso es indispensable saber discernir el fin y el medio.
Nosotros estamos llamados a cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas y para ello debemos trabajar en nuestra IDENTIDAD, saber quiénes somos. La carencia de identidad nos hace perder tiempo tratando de conocernos. Mientras no la definimos hacemos lo que los demás dicen o todo menos el propósito de Dios.
Nuestra meta es que nos desarrollemos pero necesitamos aprender. No es solo conocimiento, el aprendizaje es el fruto de ejercicios de fijación. No es malo equivocarse pero seguir equivocándonos en lo mismo significa que no hemos aprendido la lección. Hay que saber COMO y DONDE aprender.
Dios ya nos entregó los bienes de Su Reino, lo podemos ver en lo que nos hace sobresalir de entre los demás. Los talentos se los descubre porque ya están en nosotros, no tenemos que ganarlos. Cuando los descubrimos podemos y debemos ejercitarlos para fortalecerlos. Dios sabe hasta donde podemos producir. Somos nosotros quienes no nos dedicamos a saber lo que Dios puso dentro de nosotros como talentos.
A veces, las cosas no salen bien, es cuando Dios prueba nuestra fe, porque Dios hace todo para nuestro bien. Demostramos nuestra fe al mantenernos sostenidos de Dios, cuando nos entregamos a hacer con excelencia todas las cosas sin esperar los beneficios. Cuando nos cansamos de ser autosuficientes y dejamos todo en las manos de Dios, dejamos que El actúe y nos sostenga.
Para ser productivos debemos entender ciertas cosas:
- Dar a otros es demostrar que tengo confianza en que el otro hará algo bueno con lo que le doy. Dios cree en cada uno y en las capacidades que El puso dentro de nosotros.
- Cuando NO sabemos quienes somos hacemos cualquier cosa con lo que nos dieron y NO lo que teníamos que hacer para ser productivos.
- Cuando entendemos que todo es dado por Dios y nada conseguimos por nosotros mismos, nos convertimos en dadores de gloria pues reconocemos al dador de todo.
- Entre más se nos otorgue, más se nos demandará. La responsabilidad es grande y nos causará presión. La presión define quienes somos. Si la presión juega a favor, nos lleva a conseguir un objetivo, a hacer y buscar los medios para conseguirlo y a depender más de la ayuda de Dios. Si no hubiese presión, NO sabríamos lo que tenemos dentro. Lo que NO nos destruye, nos hará más fuertes.
- En el fracaso, no debemos buscar un hombro para llorar, debemos buscar consuelo en los pies de Cristo. Esto demuestra que entendemos los roles.
- Debemos ser responsables de las acciones que se cometen. A Dios le interesa más lo que somos que lo que hacemos porque lo que somos es lo que que cambiará a las personas y nuestro entorno.
- Entre más productivos somos, más se nos añade. No tengamos miedo de los resultados, hagamos lo que Dios puso en nuestro interior. Haz lo tuyo aunque tu entorno no lo haga.
Dios te llamó a ser productivo. Es necesario creer en uno mismo como Dios lo hace. Saber lo que Él puso dentro y dejar los resultados en las manos de Dios.
domingo, 22 de junio de 2014
PONER EN PRÁCTICA LA PALABRA
Santiago
1: 19 Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y
ser lentos para hablar y para enojarse; 20 pues la ira humana no
produce la vida justa que Dios quiere. 21 Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que
puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene
poder para salvarles la vida.
La Palabra de Dios nos
muestra que cuando permitimos que nuestro interior se llene de enojo, estamos
contaminando nuestro ser con la inmundicia del pecado. Si por dentro estamos
llenos de maldad, lo que hemos recibido de Dios no fructificará pues nuestra
tierra está invadida por la cizaña. Despojémonos de toda maldad y démosle paso
al poder de la Palabra de Dios que trae vida.
Santiago
1: 22 No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así
se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. 23 El que escucha la
palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un
espejo 24 y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo
es. 25 Pero quien se fija atentamente
en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha
oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla. 26 Si
alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí
mismo, y su religión no sirve para nada. 27 La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta:
atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio
de la corrupción del mundo.
No es suficiente con escuchar la
Palabra, saberla o incluso memorizarla. Es necesario ponerla por obra, cuando
la ponemos en práctica durante nuestro diario vivir, primero estamos entrenando
nuestro discernimiento al reconocer lo que la vida nos presenta y cuál debe ser
nuestra posición frente a cada circunstancia como hijos de Dios. Segundo,
estamos obedeciendo a la ley de Dios, Su ley perfecta que trae libertad.
Tercero, aprendemos a escuchar la voz del Espíritu Santo porque nos dejamos
guiar por Su Palabra de verdad. Cuarto, interiorizamos el conocimiento de esa
Palabra y la volvemos una convicción en nuestra vida. Quinto, le damos gloria a
Dios a través de nuestro accionar pues los demás podrán ver como Dios guía
nuestras vidas y nos bendice, entonces se sentirán atraídos de tener lo mismo
en sus vidas también.
Santiago 2: 1 Hermanos míos, la fe que tienen en nuestro glorioso
Señor *Jesucristo no debe dar lugar a favoritismos…
Santiago 2: 5 Escuchen, mis queridos hermanos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres según el mundo para que sean
ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman?
La Palabra también nos exhorta a
comportarnos en igualdad de trato con los demás sin importar su condición, sin
discriminar a nadie pues Dios es el único que conoce y juzga los corazones y
nosotros debemos actuar frente a los demás considerando que son nuestros
semejantes, así mostramos nuestra rendición y obediencia a Dios cumpliendo con
este mandato.
Santiago 2: 8 Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de
la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»; 9 pero si muestran algún favoritismo, pecan y son
culpables, pues la misma ley los acusa de ser transgresores. 10 Porque el que cumple con toda la ley pero falla en
un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda. 11 Pues el
que dijo: «No cometas adulterio», también dijo: «No mates.» Si no cometes
adulterio, pero matas, ya has violado la ley.
La Ley de Dios es perfecta y nos
fue entregada para ser cumplida pues está creada para nuestro beneficio. Hemos
permitido que las presiones sociales y las tentaciones alivianen la importancia
de cumplir con los mandatos de Dios y hemos ido perdiendo el temor a Dios, el
respeto por Su Palabra. No es necesario cometer pecados “grandes” para
transgredir la Ley de Dios, con tan solo discriminar a un semejante, ya estamos
rompiendo la Ley. Eso nos muestra cuán importante es para Dios que tengamos
amor entre nosotros. Y si eso demanda Dios de nosotros es porque Él nos ama aún
más abundantemente.
sábado, 21 de junio de 2014
La Sabiduría que viene de Dios y las pruebas
Fe y sabiduría
Santiago 1: 2 Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, 4 y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.
Constantemente experimentamos diferentes pruebas para que nosotros mismos sepamos nuestras fortalezas, debilidades y prioridades, solamente durante los momentos difíciles, cuando nos sentimos presionados, sobresale lo que realmente tenemos como convicción. Los resultados no serán los esperados ni tampoco obtendremos lo anhelado inmediatamente, es necesario pasar por un proceso que demanda tiempo y que edifica nuestra forma de ser como hijos de Dios.
Santiago 1: 5 pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, 8 siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos.
La fuente de toda sabiduría es nuestro Dios, solamente El a través de Su Espíritu Santo puede conducirnos hacia la decisión correcta. Pero en Su Palabra nos pide que NO dudemos sino que seamos estables, de una sola convicción y ánimo.
Lo transitorio de las riquezas
Santiago 1: 9 Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición, 10 y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba. 11 Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece; así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.
El mundo agobiante en el que vivimos nos absorbe cada día más con el trabajo, que es el medio de obtener el sustento diario de cada familia. Sin embargo, consideremos lo que dice las Sagradas Escrituras al respecto de trabajar sin dedicar el tiempo a otras actividades.
La tentación explicada
Santiago 1: 12 Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman. 13 Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie. 14 Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. 15 Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte. 16 Amados hermanos míos, no os engañéis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. 18 En el ejercicio de su voluntad, El nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.
Nuestra falta de madurez nos lleva a siempre buscar culpables de los actos que cometemos y nos cuesta reconocer nuestra propia maldad, que al ser ejecutada nos trae malas consecuencias. AL reconocer nuestra debilidad y dejar en manos de Dios nuestra vida, nos ayuda a ver de forma clara cual debe ser nuestra forma de vivir, nuestro accionar y de que manera queremos demostrar nuestra gratitud y amor a Dios. El perseverar y permanecer nuestra convicción en El es una manera de alabarlo y reconocer Su poder.
domingo, 11 de mayo de 2014
LAS BUENAS INTENCIONES – P. Pablo
Dios da las semillas, lo que
empieza pequeño en Dios se hace grande.
La intención debe convertirse en acción.
Si no podemos bendecir grandemente aunque tenemos la intención, pensemos en que
podemos hacer mucho con lo poco que tenemos.
Si las buenas intenciones no se
convierten en acciones, no avanzas a ninguna parte. Con lo poco, podemos ser de
gran bendición para nuestras familias, ellas necesitarán siempre de nuestro
apoyo. Pero debemos recordar, que no importa cuánto nos desgastemos por ellos,
Dios va a bendecirlos de todas maneras según la justa medida que necesitan y
que les ayudará a cumplir su propósito.
Jueces 3:7 – 9 Los israelitas
hicieron lo que ofende al SEÑOR; se olvidaron del SEÑOR su Dios,
y adoraron a las imágenes de Baal y de Aserá. El SEÑOR se enfureció contra
Israel a tal grado que los vendió a Cusán Risatayin, rey de Aram Najarayin, a
quien estuvieron sometidos durante ocho años. Pero clamaron al SEÑOR,
y él hizo que surgiera un libertador, Otoniel hijo de Quenaz, hermano menor de
Caleb. Y Otoniel liberó a los israelitas.
Es necesario entender que no
estamos por casualidad en los caminos del Señor, Su llamado tocó nuestro corazón
en el tiempo preciso porque Dios nos ha levantado como libertadores de nuestra
casa y de todos los que podamos alcanzar. Él nos escogió para ser un canal de bendición.
Dios quiere usar lo poco que tenemos, nuestra fe, para bendecir a nuestras
familias y a otros. Nuestros nombres deben pasar a la historia.
La Palabra de Dios es una espada de
doble filo que nos penetra hasta los tuétanos para corregirnos y nos limpia del
lodo que, a veces, vamos pisando durante nuestro diario vivir.
Dios te llamo a ti y no a otros,
aunque sean mejores, porque lo que tú tienes no lo tienen otros. Para Dios eres
su especial tesoro. No hay otro que pueda usar lo que Dios te dio para hacer
sus señales y milagros.
Como
evidenciar los efectos de Dios en nuestras vidas
Después del arrepentimiento, Dios comienza a ordenar nuestras vidas con la convicción plena de que Él nos transformara. Las
pruebas y tribulaciones son parte de una vida en El. La confianza en el Señor
nos hace creer en Su poder y con Su luz podemos ver lo maravilloso que tiene
para cada uno.
Empieza el interés por vivir
completamente en el Reino de Dios. Como dice la Palabras siendo humilde como
niños porque hacerse pequeño no quiere decir ser tonto.
Recibir el mensaje del Evangelio es
sencillo, con humildad recibir el Reino. Como el rey David, por alabar a Dios
se hizo más vil, aunque su esposa le criticaba por su forma de adorar.
Consideremos que nuestra fe nos
hace personas diferentes. Mateo 13:31 Les contó otra parábola: «El reino de los
cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Aunque es
la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las
hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus
ramas. Nosotros somos las hortalizas que nos convertimos en árboles.
Salmo 1:1 – 3 Dichoso el hombre que
no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores
ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del SEÑOR se
deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de
un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo
cuanto hace prospera!
Las pruebas y sufrimiento que le
cuesta a la hortaliza hacerse árbol es lo que la hace diferente. Cuando Cristo
entra en nuestro corazón, Su amor crece y nadie puede pararlo. El Reino de los
cielos tiene que meterse dentro de ti.
sábado, 10 de mayo de 2014
CON ANHELO HACIA DIOS Y VISION PARA EL MUNDO – Charles Stanley
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Nadie viene al Padre sino por mí. Jesús.
Lucas
24: 45-49 Entonces les abrió el entendimiento
para que comprendieran las Escrituras. —Esto es lo que está escrito
—les explicó—: que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día, y en su
nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las
naciones, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de estas cosas. Ahora
voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la
ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto.
Tener amor por alguien implica relacionarse
personalmente. Para lo cual es necesario:
1. Querer tener un conocimiento
profundo. Mientras más conocemos de Jesús, más confiamos en Él.
2. Ser obedientes a Dios. Esto nos
bendecirá y nos desafiará a ser mejores.
3. Tener deseo de proclamarlo
porque de Él se trata la vida. La relación con Dios es lo más importante.
El
plan de Dios no ha cambiado:
1.
Persona de Jesucristo, que su
pueblo proclame la verdad y salvación.
2.
Poder por el Espíritu Santo.
Dios no espera que hagamos algo sin Él por eso pidió a los discípulos que
esperen para que estén preparados cuando el Espíritu Santo los llene y les
enseñe. El mora en nosotros y nos capacita.
3.
Estrategia, una iglesia
misionera que predique a otros. Nosotros somos la iglesia.
Una
iglesia misionera es:
1.
Visión para el mundo
2.
Responde obediente a la comisión
de Jesús.
3.
Proclama claramente el mensaje
de Jesús, la verdad de la vida, sabiduría, la verdad que transforma vidas.
4.
Llama a quienes Dios ha llamado
a ser misioneros. Dios ya nos ha llamado a testificar sobre Él. Llevar su
verdad a los confines de la Tierra. A sus ojos todos somos misioneros con
visión de llevar el evangelio a la tierra entera.
5.
Se compromete a sostener a los
misioneros.
Dios sabe como tomar el medio más sencillo
para llevar a la eternidad a alguien. Solo hay uno que transforma el camino
eterno de cada persona.
Tres
cosas que podemos hacer para ayudar: 1. Orar; 2.
Predicar; 3. Apoyar económicamente a la obra.
¿Cuál de las tres cosas, Dios espera de
usted?
sábado, 26 de abril de 2014
PASEMOS AL OTRO LADO
Marcos 4:35 Ese día al anochecer,
les dijo a sus discípulos: —Crucemos al otro lado.
Dejaron a la multitud y se fueron
con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban otras barcas. Se desató
entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya
comenzaba a inundarse. Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo
sobre un cabezal, así que los discípulos lo despertaron. —¡Maestro! —gritaron—,
¿no te importa que nos ahoguemos? Él se levantó, reprendió al viento y ordenó
al mar: —¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente
tranquilo. —¿Por qué tienen tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Todavía no
tienen fe? Ellos estaban espantados y se decían unos a otros: —¿Quién es éste,
que hasta el viento y el mar le obedecen?
Cuando alguien de autoridad nos
ordena, nosotros obedecemos. “Crucemos al otro lado” es un mandato de Dios para
avanzar, pasar de un nivel a otro, pero toma tiempo y espacio. Esas son las
transiciones para prepararnos para el porvenir.
Génesis 50:20 Es verdad que ustedes
pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que
hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.
Otros pueden pensar mal de nosotros
pero Dios lo encamina todo para bien, para hacer lo que vemos hoy.
Génesis 39: 2 - 3 Ahora bien, el SEÑOR
estaba con José y las cosas le salían muy bien. Mientras José vivía en la
casa de su patrón egipcio, éste se dio cuenta de que el SEÑOR estaba con
José y lo hacía prosperar en todo.
Hay cosas en nuestras vidas que no
las podemos entender hoy sino que las entenderemos después cuando veamos que
son el fruto de un proceso.
En la transición es cuando Dios
trabaja para hacernos pasar de nivel, pero la transición dura el tiempo que
demoremos en aprobar, en pasar las circunstancias, dura el tiempo que nos
demoramos aprendiendo, según la apertura de nuestro corazón y nuestra mente.
Dios tiene algo grande para ti. En la
transición hay tempestades pero cuando Jesús está en nuestra vida trae gran
bonanza. Entonces no hay que estar preocupados o entristecidos.
Siete
cosas para pasar la transición
1. A todos nos llega la noche, en las
relaciones, las amistades, el trabajo, la familia, los proyectos, los sueños,
etc., hay momentos difíciles en cada situación. Pero Dios dice que en nosotros
va a amanecer, tenemos que soltar las cosas, dejar de lamentarnos, Dios tiene
cosas buenas para nosotros, Él está en control de nuestra vida. Cuando nos llega
la noche es tiempo de pasar al otro lado, porque ese no es el fin, el día está
más adelante. Dios les da las más grandes batallas a sus mejores guerreros.
2. Despedir a la multitud, la multitud
son aplausos, familia, amigos, colegas, compañeros, etc., porque a la noche le
acompaña la soledad donde solo Dios quiere ser quien aparezca en la escena. Es el
momento de orar para buscar de Dios. Buscar la soledad para encontrarnos con El
y refrescarnos. Es el momento de cuidar nuestra intimidad con Dios, mantener
encendida la luz que Él puso en nosotros para generar el ambiente de paz que
sobre pasa todo entendimiento. La multitud nos desgasta, nos absorbe y
necesitamos recobrar fuerzas en Dios. El no desea que sintamos autocompasión ni
nos hagamos víctimas de las circunstancias. Dios quiere que sepamos que El es
nuestra roca de fortaleza, aunque todo falle no hay justificación para echar
nuestra vida por la borda pues Cristo pagó un alto precio por ella.
Mateo 4:1 Luego el Espíritu llevó a
Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación.
El Espiritu lo llevo al desierto. No
el diablo. El Espiritu lo lleva porque solo El tiene el poder para hacerlo
porque ahí es donde aprendemos algo. Para probar lo que hay en nuestros
corazones, ahí se manifiesta. El diablo en el desierto va detrás de nuestro corazón.
Hay que cuidar lo que decimos durante el desierto porque la vida se edifica por
la Palabra.
Solo cuando estas en el desierto
sacas lo que está en tu corazón y muestras de lo que estas hecho. Si no tienes
estructura, no puedes edificar algo mayor.
Mateo 3:17 Y una voz del cielo
decía: «Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él.»
Somos los hijos amados de Dios, El esta complacido con nosotros.
3. Necesitamos entrar en la barca. La visión
es la función del corazón, de la fe. La visión es la imagen mental del futuro
aún sobre el fracaso. Dios nos está preparando para algo más grande. La barca
es una visión. Con una visión potenciamos nuestros recursos. Caso contrario no
sabemos lo que es útil y lo que no lo es. Las personas que afinan la visión en
Dios, son personas que no se rinden, que planifican, sueñan porque su visión es
más poderosa. Cuando perdemos la visión, perdemos la creatividad.
La visión no es emocional, debe
mantenerse a pesar de las distracciones. Como la brújula cuando la movemos,
siempre busca el norte. Las mujeres tienen la gran tarea de orar para que los
hombres tengan visión. Porque la visión es la función de la cabeza, los hombres
fueron creados para tener visión. Satanás lucha por robar la visión,
arrebatarnos nuestros sueños. Por eso, cuando veamos que estamos cortos de
sueños, liberémonos del diablo, porque nos tiene cautivos.
4. Esperar la adversidad. El Evangelio
cambia vidas, no las mejora. Las personas que nos conoces, a veces son los
primeros que se oponen al cambio de nuestras vidas cuando nos entregamos a
Cristo. Es necesario orar por ellos.
5. Enfrenta dudas y temores. Cuando pasemos
por momentos complicados, recordemos que Dios no se ha olvidado de nosotros,
aunque las muchas cosas que hagamos parecieran que no sirven de nada, te han
enseñado algo para vivir estos tiempos. Es necesario persistir, seguir haciendo
aunque aún no veamos la bendición. Es útil juntarse con personas que vean más
allá y no con quienes nos desanimemos. Persiste en lo que aprendiste. Tarde o
temprano, Dios vendrá trayendo la bonanza.
6. Activa tu fe, en tiempos de crisis,
la fe agrada a Dios.
7. Necesitamos revelación, para saber
que Dios tiene el poder, el control de todo. Él nos revelará una nueva faceta
de quien es, si nos mantenemos conforme a Su voluntad, El traerá una revelación
para nuestra vida.
Tomado de la predicación del P. R. Dávila
viernes, 18 de abril de 2014
TU VIDA Y TU OFRENDA – P. Roberto Dávila
Génesis 4:1-8 El hombre se unió a su mujer Eva, y ella
concibió y dio a luz a Caín. Y dijo: « ¡Con la ayuda del SEÑOR, he tenido un
hijo varón!» Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a
pastorear ovejas, mientras que Caín se dedicó a trabajar la tierra. Tiempo
después, Caín presentó al SEÑOR una ofrenda del fruto de la tierra. Abel
también presentó al SEÑOR lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con
su grasa. Y el SEÑOR miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a
Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo. Entonces el SEÑOR le dijo: «¿Por qué estás tan
enojado?. ¿Por qué andas cabizbajo?. Si hicieras lo bueno, podrías andar con
la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera
lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo.» Caín habló con su hermano Abel. Mientras
estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató.
Delante de Dios está
presente nuestra vida y nuestra ofrenda. Por mucho que le demos a Dios, lo que lo conmueve es nuestra vida, no
podemos comprar a Dios con una ofrenda cuando nuestra vida ha sido incorrecta.
Cuando nuestra vida es agradable a Dios, entonces nuestra ofrenda es agradable
a Dios. Por eso, la Palabra aconseja que si recordamos que tenemos algo
malo con nuestro hermano dejemos nuestra ofrenda y primero nos arreglemos con
nuestro hermano. A Dios no le impresiona
la cantidad sino nuestro corazón. Si tu corazón no está bien, nuestra ofrenda
no dará el fruto esperado.
Dios no quiere que
nos presentemos con una actitud arrogante. Se ensañó Caín de gran manera en
lugar de buscar ayuda para saber cómo
agradar a Dios. Cuando la Palabra de Dios no se cumple en nuestra vida y no
podemos ver sus bendiciones es porque nuestro sistema de vida no está bien pues
el sistema de Dios es la absoluta verdad. Cuando
el favor de Dios está sobre alguien, no importa lo que pase alrededor, Dios le
prospera. Si el favor de Dios está con nosotros, Dios nos prosperará aunque
nuestro sueldo sea menor. Lo aconsejable es asociarnos con personas que nos
ayuden a ver y percibir la gloria de Dios. Asegurémonos
que Dios está con nosotros. Dios mira nuestro corazón.
Hebreos 11:4 Por la fe Abel
ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió
testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar
de estar muerto, habla todavía.
Nuestra fe queda
evidenciada por nuestras obras. El más excelente sacrificio son las cosas que
se hacen bien y no mediocremente.
Primicia, es el
primer fruto de la cosecha, una promesa por venir. Podemos demostrar nuestra fe
separando nuestra primicia para cada año.
Salmo 51 - Dios Supremo en poder, amor y gloria
1 Ten compasión de mí, oh Dios,
conforme a tu gran amor;
conforme a tu inmensa bondad,
borra mis transgresiones.
2 Lávame de toda mi maldad
y límpiame de mi pecado.
3 Yo reconozco mis transgresiones;
siempre tengo presente mi pecado.
4 Contra ti he pecado, sólo contra ti,
y he hecho lo que es malo ante tus ojos;
por eso, tu sentencia es justa,
y tu juicio, irreprochable.
5 Yo sé que soy malo de nacimiento;
pecador me concibió mi madre.
RECONOZCAMOS NUESTROS PECADOS FRENTE AL QUE LO SABE TODO, Y CLAMEMOS POR SU MISERICORDIA, PORQUE SU AMOR ES INMENSURABLE PARA NOSOTROS.. SOLO EN EL ENCONTRAREMOS PERDON, SALVACION Y TRANSFORMACION EN NUESTRAS VIDAS
6 Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo;
en lo secreto me has enseñado sabiduría.
7 Purifícame con hisopo, y quedaré limpio;
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
8 Anúnciame gozo y alegría;
infunde gozo en estos huesos que has quebrantado.
9 Aparta tu rostro de mis pecados
y borra toda mi maldad.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
11 No me alejes de tu presencia
ni me quites tu santo Espíritu.
12 Devuélveme la alegría de tu salvación;
que un espíritu obediente me sostenga.
SOLO DIOS PUEDE SOSTENERNOS EN TODA DIFICULTAD, AYUDARNOS EN TODA TENTACION Y PROTEGERNOS DE TODO MAL.. EL HA PUESTO SU SANTO ESPIRITU PARA SOSTENERNOS
13 Así enseñaré a los transgresores tus caminos,
y los pecadores se volverán a ti.
14 Dios mío, Dios de mi salvación,
líbrame de derramar sangre,
y mi lengua alabará tu justicia.
15 Abre, Señor, mis labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
16 Tú no te deleitas en los sacrificios
ni te complacen los holocaustos;
de lo contrario, te los ofrecería.
17 El sacrificio que te agrada
es un espíritu quebrantado;
tú, oh Dios, no desprecias
al corazón quebrantado y arrepentido.
18 En tu buena voluntad, haz que prospere Sión;
levanta los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
los holocaustos del todo quemados,
y sobre tu altar se ofrecerán becerros...
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