sábado, 7 de diciembre de 2013

ENEMIGOS QUE VENCER

Romanos 12:4-5 Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.

Como iglesia, somos un solo cuerpo, y como tal, tenemos enemigos que nos pueden dañar y hasta matar. Estos son:

Ignorancia, puede ser ignorancia religiosa ya que muchos conocen muy poco o casi nada acerca de la Palabra de Dios y se dejan llevar por las mentiras de los horóscopos o la New Age. También la ignorancia voluntaria, al rehusarse a escuchar a Dios y a seguir Sus mandamientos; rehusarse a conocerlo más nos impide entender que una vida sin Dios no tiene sentido. Mientras no nos involucremos en el conocimiento de Dios menos podremos saber Su voluntad. Viviremos practicando una religión, un ritual, una costumbre cultural en lugar de vivir la vida que Dios quiere para cada uno, y estaremos retrasando Su propósito para nosotros en la Tierra.

Oseas 4:6 pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Puesto que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.

Incredulidad, Juan 8:24 Por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues si no creen que yo soy el que afirmo ser en sus pecados morirán. Satanás puede cegar a las personas con mentiras para que se pierdan.

La incredulidad puede parar a la iglesia de seguir adelante, afectándonos de las siguientes maneras:

·         Podemos conocer la Palabra de Dios pero no creer en ella. Es decir que no confiamos en el poder de Dios.
·         Podemos NO creer que Dios tenga un plan para salvar al mundo. Es decir que no creemos en lo que hizo Jesucristo para darnos la salvación.
·         Podemos creer que a Dios NO le interesa como nos presentamos a Él, ni nuestra adoración. Es decir que negamos el amor y la omnipresencia de Dios.
·         Podemos creer que a Dios NO le interesa cuan entregados estamos a Su obra. Es decir que no creemos en Su misericordia ni Su gracia.

La incredulidad nos puede afectar de estas formas, haciéndonos dudar de nuestra fe y confianza en Dios pero la verdad es que nada ni nadie nos separara de Su amor.

Apatía, dejadez, indolencia, falta de vigor o energía, falta de pasión, es decir, tibios, sin carácter ni definición, ni fríos ni calientes.

Apocalipsis 3:15-16 Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca.

La apatía tiene varios efectos en nuestra vida:

·         Somos tibios en la iglesia, sin compromiso, sin prioridades, sin pasión.
·         Somos tibios sobre ganar a los perdidos, compartir el Evangelio de Salvación con quienes no conocen a Cristo.
·         Somos tibios respecto a la santidad, tomamos con liviandad los mandamientos, alejados de los principios de Dios, sin respeto a Su Espíritu Santo que mora en nosotros.
·         Somos tibios para los frutos del Espíritu. Gálatas 5:22-23 el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Cuando NO buscamos crecer espiritualmente sino que nos acomodamos a solo asistir a la iglesia un día a la semana, no pretendemos desarrollar esos frutos en nuestra vida.

Pecado, les pasa a quienes NO SABEN, NO CREEN y NO LES IMPORTA. Es decir, es la consecuencia de la acción de los 3 enemigos anteriores.

¿Cómo podemos seguir siendo la iglesia del Señor?

Hebreos 12:1-2 Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario