viernes, 6 de diciembre de 2019

LO QUE EN REALIDAD CREEMOS DE DIOS

¿Está caminando en fe o confiando en su razonamiento? Caminar por vista trae ansiedad y temor.
 
1 Corintios 3:13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
 
Si permaneciere la obra de alguno que sobredifico, recibirá recompensa. La meta no es tener una vida impresionante sino construir una que demuestre nuestra devoción al Señor que murió para salvarnos.
 
Proverbios 23:23 Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.
La fe  es la expresión activa de lo que uno cree en realidad acerca de Dios.
 
Hebreos 11:17-19 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.
 
La confianza absoluta de Abraham que Dios cumpliría la promesa, su fe se completó cuando estuvo dispuesto a sacrificar a Isaac en obediencia.
 
¿Qué dicen tus acciones acerca de tu percepción de Dios?
 
Lucas 12:11-12  Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir; porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.
 
Es posible que hayamos desarrollado patrones de pensamiento que obstaculizan nuestra vida porque no están basados en la verdad.
 
Juan 8:31-32 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;  y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
 
 
 
Nacemos con una naturaleza pecaminosa que corrompe nuestra mente y afecta nuestra vida, no podemos confiar en nuestro razonamiento. Aunque seguimos luchando contra el pecado ahora tenemos el poder de obedecer a Dios en lugar de rendirnos a nuestras inclinaciones naturales. Dios ha provisto lo que necesitamos para ser transformados: Su Palabra.
 
Efesios 6:1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
 
Nuestro mundo caótico valora la independencia más que la obediencia, sin responsabilidad por sus acciones y el descuido del bien mayor a favor de los objetivos personales.
 
Tenemos el privilegio de la comunión con el Padre en la oración, porque el Hijo es nuestro Sumo Sacerdote que nos cubre para siempre con su justicia.  Podemos confiar que Dios responderá nuestra oración conforme a Su sabiduría.
 
1 Corintios 2:12-13 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedidolo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
 
Nuestra responsabilidad es que la Palabra de Dios habite en abundancia en nosotros porque así es como el Espíritu nos enseña los caminos del Padre.
 
2 Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
 

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