Mateo 5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Cuando nuestra
vida esta desordenada y no tiene dirección, nos perdemos. Para ser la luz del
mundo tenemos que aprender a estar ubicados bajo la gracia de Dios. Debemos
tener una dirección correcta para alumbrar el camino de los demás. El diablo
busca romper la luz de quienes están a la cabeza, de quienes toman las
decisiones porque la luz es la claridad de nuestra visión, a donde vamos a ir,
nuestro enfoque.
Nuestra atmósfera,
el ambiente donde nos desarrollamos debe estar en armonía para poder cumplir
con el propósito de Dios. Él nos creó para interrelacionarnos unos con otros. Si
no arreglamos nuestras relaciones, NO importa a donde escapemos o cuán lejos
vayamos, el ambiente seguirá siendo destructivo. Es necesario arreglar
cualquier problema que tengamos con otros sin esperar, entonces el ambiente se
armonizará y el propósito de Dios podrá fluir.
Cuando no tenemos
buena relación con Dios, nuestro ambiente no es bueno, sin importar lo bien de
nuestro entorno, seguimos sintiéndonos vacíos, molestos e incómodos.
Nosotros somos llamados a llevar ese ambiente, donde hay guerra trasmitir paz, donde hay oscuridad ser la
luz, porque estamos en este mundo, no para ser quitados de él sino librados de
la maldad.
La prueba me hace
crecer pero ese no es su verdadero propósito. La prueba refleja cuanto has
aprendido y es enviada para promocionarte. Una prueba es una oportunidad para
manifestar lo que tienes dentro.
Toda relación se
basa en el respeto, la comunicación asertiva y la justicia. Cuando alguno de
estos elementos se rompe, la relación también lo hace. Generalmente, el respeto
comienza a perderse en el trato, dejamos de ser amables y corteses, de usar las
palabras mágicas “por favor”, “gracias”, “disculpa”. Asumimos que tenemos
ciertos “derechos” sobre nuestros semejantes con el pretexto de que somos
cercanos o según el grado de intimidad que hayamos desarrollado y nos
sobrepasamos en nuestras exigencias con ellos irrespetándolos.
Proverbios 17:17 En
todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.
Las relaciones
entre los seres humanos se basan en el amor. Amar es dar y no solamente ver el
beneficio que podemos sacar, eso es interés y conveniencia.
No podemos hablar
de UNIDAD con alguien cuando no tenemos un propósito común. Dios no puede
enviar Sus bendiciones cuando hay división. Porque división significa, tener 2
visiones separadas y la división es el propósito del diablo.
Efesios 5:21 Someteos
unos a otros en el temor de Dios.
Nadie puede vivir
haciendo lo que quiera sin cosechar maldición, pasando por encima de la vida de
los demás y actuar obviando las
consecuencias. Hay quienes buscan vivir caprichosamente y obtienen malos
resultados porque Dios no respalda caprichos, El hace todo con un propósito.
Comunicar no
significa solamente hablar o decir cualquier cosa. La comunicación asertiva se refiere al respeto
hacia uno mismo, la valoración propia por la que estamos dispuestos a
expresarnos sin dejarnos humillar y respetando al otro. Exponer nuestros
pensamientos e inquietudes no muy agresivamente pero tampoco pasivamente. Cuidar el tono de voz, las palabras y los
elementos que usamos para hacernos entender.
Muchas veces, lo
que afecta nuestra vida son los pequeños detalles. Para bien cuando cuidamos de
ellos y para mal cuando los descuidamos.
La justicia es dar
a cada uno lo que se merece y tratarlo como alguien individual. Dios nos trata
a cada uno según como somos. Si queremos ser justos, no podemos tratar a todos
por igual. Es necesario que nos demos el tiempo de conocer al otro, ser
observadores, no catalogar a todos bajo el mismo parámetro ni juzgar a todos
porque uno falló. Dios se da el trabajo de entender lo profundo de nuestro corazón
y conocer nuestras necesidades
¿Cómo está tu relación
con Dios?, ¿Cómo está tu entorno con Dios?, ¿Qué generas en tu entorno?
Recuerda RELACION
SANA = ENTORNO SALUDABLE
Tomado de la predicación del Pastor R. Dávila
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