Daniel
6:7 Nosotros los administradores reales, junto
con los prefectos, sátrapas, consejeros y gobernadores, convenimos en que Su
Majestad debiera emitir y confirmar un decreto
que exija que, durante los próximos treinta días, sea arrojado al foso de los
leones todo el que adore a cualquier dios u hombre que no sea Su Majestad.
Daniel
6:10 Cuando Daniel se enteró de la publicación
del decreto, se fue a su casa y subió a su dormitorio, cuyas ventanas se abrían
en dirección a Jerusalén. Allí se
arrodilló y se puso a orar y alabar a Dios, pues tenía por costumbre orar tres
veces al día.
Daniel
6: 13,14 — ¡Pues Daniel —respondieron ellos—,
que es uno de los exiliados de
Judá, no
toma en cuenta a Su Majestad ni al decreto que ha promulgado! ¡Todavía sigue
orando a su Dios tres veces al día! Cuando el rey escuchó esto, se
deprimió mucho y se propuso salvar a Daniel, así que durante todo el día buscó
la forma de salvarlo
Daniel
6: 16 El rey dio entonces la orden, y Daniel
fue arrojado al foso de los leones.
Allí el rey animaba a Daniel: — ¡Que tu Dios, a quien siempre sirves, se
digne salvarte
Daniel
6: 19-23 Tan pronto como amaneció, se levantó y
fue al foso de los leones. Ya cerca, lleno de ansiedad gritó: — Daniel, siervo
del Dios viviente, ¿pudo tu Dios, a quien siempre sirves, salvarte de los
leones? — ¡Que viva Su Majestad
por siempre! — contestó Daniel desde el foso—. Mi Dios envió a su ángel y les cerró la boca a los leones. No me han
hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente. ¡Tampoco he cometido
nada malo contra Su Majestad! Sin ocultar su alegría, el rey ordenó que sacaran
del foso a Daniel. Cuando lo sacaron, no se le halló un solo rasguño, pues Daniel confiaba en su Dios.
Daniel
6:26-27 He
decretado que en todo lugar de mi reino la gente adore y honre al Dios de Daniel.
»Porque él es el Dios vivo, y permanece para siempre. Su reino jamás será
destruido, y su dominio jamás tendrá fin. Él rescata y salva; hace prodigios en
el cielo y maravillas en la tierra. ¡Ha salvado a Daniel de las garras de los
leones!
Daniel no dejo de orar a Dios aunque el
edicto real prohibió esta práctica por 30 días y hacerlo era castigado con el
foso de los leones. Mas Daniel decidió mantener su costumbre de orar a Dios 3
veces al día, aunque no sabía que su obediencia a Dios tendría un impacto que
haría reconocer incluso al rey Darío que no existe otro Dios que libre y salve
como el Dios de Daniel.
Las pequeñas decisiones dominan las
grandes. ¿Coinciden tus convicciones con tus compromisos? Convicciones son las
creencias que tenemos, mientras que compromisos son aquellas impuestas por el
mundo (ocupaciones, relaciones personales, ego, etc.) Si coinciden, entonces el
factor Dios está de por medio.
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