1 Reyes 17:13-16 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.
Cuando adviertes que en tu vida algo está secándose, no significa que Dios no está en control. El sistema de Dios es muy diferente al sistema del mundo, en Dios esperamos por, lo que el mundo cataloga como, locuras e imposibles.
En tiempo de crisis, la Palabra de Dios, la que El manifiesta es la que trae salvación y la que se cumple. Para ver un milagro es necesario discernir antes que ver. Dios tiene métodos para llenar nuestras vasijas, pero caemos en el error de intentar hacerlo todo a nuestra manera, descartando a Dios, y perdemos el milagro.
Busca una palabra profética inspirada en el Espíritu Santo. Dios te trabaja en la fe, venciendo uno a uno los gigantes, porque las batallas se ganan bala por bala. Si Dios te habló, obedece de inmediato. Israel perdió las manifestaciones divinas a causa de la idolatrias. Baal era un dios de la lluvia, por eso cerró los cielos a través de Elías.
Para volver a ver las manifestaciones de Dios se requiere Ser determinado, de un solo pensamiento. No claudicar, no ceder a la presión del mundo. Mantenerse caminando en Dios aunque no se manifieste.
Has dejado que algo entre en tu fe y la contamine. Muchos murieron sin ver lo que Dios les prometió, pero El lo cumple en la descendencia de aquellos. La gente no se determina por temor a fallar a Dios, justamente lo que el diablo quiere es que andes dudando.
Cuando agradas a Dios, El se manifiesta. Viviendo en las crisis como creyentes, como hijos de Dios, como Su Palabra lo indica.
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