Hechos 13:16-23 El Dios de esta nación de Israel eligió a nuestros antepasados e hizo que se multiplicaran y se hicieran fuertes durante el tiempo que pasaron en Egipto. Luego con brazo poderoso los sacó de la esclavitud, tuvo que soportarlos durante los 40 años que anduvieron vagando por el desierto. Luego destruyó a 7 naciones en Canaán y le dio su tierra a Israel como herencia. Todo esto llevo cerca de 450 años. Después de eso, Dios les dio jueces para que gobernaran hasta los días del profeta Samuel. Luego el pueblo suplico por un rey, y Dios le dio a Saúl, hijo de Cis, un hombre de la tribu de Benjamín que reino durante 40 años. Pero Dios quitó a Saúl y lo remplazó con David, un hombre de quien Dios dijo: he encontrado en David, hijo de Isaí, a un hombre conforme a mi propio corazón, el hará todo lo que yo quiero que haga. Y es precisamente uno de los descendientes del rey David, Jesús, ¡el Salvador de Israel prometido por Dios!
El agradable es a quien disfrutas, el difícil es el insoportable.
Dios los soportó en el desierto, el problema es que hay quienes son insoportables.
Pidieron un rey y Dios les dio a Saúl: rechazaron a Dios y prefirieron un rey humano como los demás pueblos. No sabían lo que necesitaban por eso querían lo que tenían los demás. Pero Dios sabe.
Dios quitó a Saúl: hay cosas que recibes de Dios, no por Su voluntad y bendición sino porque le pediste, que eso te bendiga no es el mismo que pedir bendición. Cuando inquieres en la Palabra recibes revelación de hacer en obediencia y te vuelves conforme a Su corazón.
Les levantó por rey: Dios trabajó en David para hacerlo rey, para que hiciera todo lo que Dios quería, todo lo que hay que hacer sin reproche ni queja. Eso es obediencia.
El agradable es a quien disfrutas, el difícil es el insoportable.
Dios los soportó en el desierto, el problema es que hay quienes son insoportables.
Pidieron un rey y Dios les dio a Saúl: rechazaron a Dios y prefirieron un rey humano como los demás pueblos. No sabían lo que necesitaban por eso querían lo que tenían los demás. Pero Dios sabe.
Dios quitó a Saúl: hay cosas que recibes de Dios, no por Su voluntad y bendición sino porque le pediste, que eso te bendiga no es el mismo que pedir bendición. Cuando inquieres en la Palabra recibes revelación de hacer en obediencia y te vuelves conforme a Su corazón.
Les levantó por rey: Dios trabajó en David para hacerlo rey, para que hiciera todo lo que Dios quería, todo lo que hay que hacer sin reproche ni queja. Eso es obediencia.
La Palabra nos instruye en formar nuestro carácter conforme al de nuestro Señor Jesucristo. Empecemos nuestra obediencia con algo sencillo y práctico, el primer paso no nos llevará al lugar que queremos pero nos sacará del lugar donde estamos. Acá un ejemplo:
Orar sin cesar
Bendecir a otros
Emociones sanas (cuidar de uno mismo) perdonar
Dar, mandato de Dios
Imitador de Cristo, en su carácter
Enseñar a otros, es parte de la obediencia
No descuidar el don que hay en ti (trabajo, oro, estudio, aprendo)
Confía en Dios, fe
Inquirir en la Palabra
Ama a tus enemigos
Esdras 7:10 así fue porque Esdras había decidido estudiar y obedecer la ley del Señor y enseñar sus decretos y ordenanzas al pueblo de Israel.
Obediencia parcial es desobediencia, no puedes obedecer solo lo que te conviene.
Tomado de la enseñanza del Pr. Roberto Dávila de 18/08/19
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