Cuando Dios tiene un propósito, te dará siempre oportunidades para que se cumpla.
Ester 2 5 Por esos días, en la fortaleza de Susa había un judío llamado Mardoqueo, hijo de Jair. Pertenecía a la tribu de Benjamín y era descendiente de Cis y Simei. 6 Su familia había estado entre los que, junto con Joaquín, rey de Judá, fueron desterrados de Jerusalén y llevados a Babilonia por el rey Nabucodonosor. 7 Mardoqueo tenía una prima joven muy hermosa y atractiva que se llamaba Hadasa, a la cual también le decían Ester. Cuando el padre y la madre de ella murieron, Mardoqueo la adoptó, la integró a su familia y la crió como su propia hija.
Todos tenemos un contexto pero el diablo busca hacernos pensar que Dios improvisa. El tiempo es vida, aprovecha el tiempo porque se te esta yendo la vida. No sigamos matando el tiempo.
Hadasa significa 'sin destino', no somos hijos pródigos ni huérfanos, esto es mentira del diablo, nosotros tenemos un Padre celestial y eterno que nos ama y nos recibe por hijos cuando recibidos a Jesucristo.
Mardoqueo era su mentor, quien trabajó en ella, en su mente, corazón y carácter. El se convirtió en la cobertura de una joven a quien el mundo veía como alguien sin destino. Busca a alguien que te ayude a ver tu destino.
Joven muy hermosa, esto significa que cuidaba de su ser, mostremos amor por nosotros mismos, es el primer paso para amar a los demás, encontremos nuestro propio valor, así agradeceremos por la vida. No descuidemos de la oración y la lectura de la Palabra porque es nuestro alimento espiritual.
Y atractiva, esto refleja que tenía una buena actitud.
No hay que luchar contra el tiempo sino a su favor. Muchos hijos sacan de sus madres rabietas y palabras de reprensión porque no han aprendido a corregir su comportamiento, ahora es tiempo de usar la autoridad y el poder de tus padres a tu favor, sácales palabras de bendición y de victoria para ti mostrando un comportamiento ejemplar.
Los guerreros tienen que aprender a usar primero la cabeza y luego las armas. Usa la cabeza antes de hablar y proferir palabras de maldición en contra de ti mismo o tu entorno. Cállate y confía en Dios.
Tus decisiones deberían afectarte solo a ti pero afectan a tu entorno. Renuévate, porque gran camino te resta. Deja espacio para la fe. Dios suple tu necesidad y concede las peticiones de tu corazón. Dios nunca vacaciona, sus hijos tampoco. Comienza con un fin en mente. No camines al ritmo del mundo sino como Dios enseña. No te escondas tras el pecado de otros.
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