viernes, 6 de marzo de 2020

UN PLATO DE LENTEJAS



Génesis 2529 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. 31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

Jacob no menospreciaba lo que venía por las generaciones; la promesa de Isaac era para los hijos de Jacob, él valoró lo sencillo. Esaú menospreció lo que Dios le había dado; era carnal, por querer satisfacerse ese momento, no pensó en las consecuencias para sus generaciones. No tenía visión porque no entendía lo que Dios le había dado. Hay cosas que Dios te muestra que debes transferir, amar lo que Dios ama, hacer lo que Dios ama. Dios se complace, ama a todos sin acepción de personas, pero se complace en quien ama lo que El ama. Lo que Dios te ha dado es para beneficiar a otros, esto es ejercer la voluntad de Dios.

Génesis 41 50 Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. 51 Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. 52 Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción. 

El problema no era la ley sino como el hombre la acomoda para "cumplirla" a su modo. El líder debe temer como usa la Palabra, como cumple la Ley y como honra lo que Dios dijo. Cuando quieras hacer lo correcto vas a ser inquietado por el Espíritu Santo para encontrar la revelación que te lleva a hacer lo correcto. 

Números 27 Y Moisés llevó su causa delante de Jehová. Y Jehová respondió a Moisés, diciendo

Dios no te repartirá algo que antes no haya pasado por tus autoridades. Llevó la causa delante de Dios; el diálogo en la Biblia no existe, sino la autoridad, con Dios no se puede negociar, se obedece. Cuando ambos establecen la autoridad de Dios, las cosas se hacen.

La autoridad trasciende generaciones. La gente sigue a los líderes no a la autoridad. Autoridad con liderazgo puede sostenerse, caso contrario, la autoridad cae o hace mucho daño. La Palabra enseña liderazgo. Liderazgo es carácter.

¿Cómo ejercer la autoridad que Dios te dio?

Tomado de la enseñanza del Pr. Roberto Dávila del 29/09/19

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