sábado, 21 de marzo de 2020

¿QUÉ QUIERES SER?

¿Quién dice la gente que soy yo? Jesús se expuso a esta pregunta
 
Tus pensamiento dirigen tus emociones, por eso cuando viene la tentación, caes en ella porque tus pensamientos van detrás de ese pecado, aunque no lo quieras reconocer, porque lo que piensas es fruto de lo que oyes. Por tanto, no oigas la voz del extraño, solo la voz del Buen Pastor te encamina. El criterio de las personas es según las acciones que perciben de ti. La gente ve lo que haces y de ahí saca su conclusión sobre ti, pero Dios te conoce en realidad.
Autoimagen, ¿Qué digo yo que soy? te juzgas a ti mismo por lo que quieres hacer. Cuando esperas lo peor significa que tu autoimagen es baja, entonces atraes lo que esperas, lo que te infunde el miedo y la duda. Por eso es importante tener una sana imagen de uno mismo, confianza propia y en Dios, en lo que Dios te dio y en lo que eres bueno, según tu inteligencia, sentimientos y fuerza de voluntad. Cuando sabes quien eres, tu identidad, tienes que guardarla, evita dañarla; necesitas motivarte a ti mismo.
 
El pecado destruye tu autoimagen, es la practica pecaminosa la que te degenera en todos los ámbitos de tu vida. Cristo te libra del pecado, aunque volvamos a caer en el pecado, Cristo nos ha librado para que dejemos de practicarlo de continuo.
 
Satanás te tienta, te hace pecar y luego te acusa. Cuando llegas a Cristo, la Palabra de Dios es la espada que tiene poder para resistir las asechanzas del diablo. Construimos nuestro mundo con la Palabra que sale de nuestra boca, de bendición o de maldición para nosotros mismos, de vida o de muerte, por eso debemos llenar nuestra boca de la Palabra de Dios que es la absoluta verdad.
 
Tomado de la enseñanza del Pr. Roberto Dávila del 01/03/2020

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