ADORACIÓN EN FAMILIA

Génesis 35:2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. 3Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.

 

 

1. QUITAD LOS DIOSES AJENOS

Consideramos como dioses ajenos a todo aquello que quita a la familia tiempo de intimidad con Dios. Por ejemplo:

 · Uso excesivo de telefonía móvil que interrumpe nuestra vida relacional en la sociedad, con la familia y por supuesto con Dios.

· Entretenimiento prolongado en la televisión, computador, consolas y demás equipos de distracción que abarcan toda nuestra atención y absorben nuestro tiempo, aún sin percatarnos.

· Cumplimiento de nuestras responsabilidades, trabajo, mantenimiento del hogar, estudio, entre otras son actividades que no podemos dejar de atender.

En conclusión, la negligencia e indisciplina en el manejo de nuestro tiempo y recursos, en nuestras prioridades y en el esfuerzo que dedicamos a cada una de ellas, son el principal motivo para que, hagamos de otras cosas, nuestros dioses ajenos.

Así como damos tiempo a otros asuntos, es indispensable que reservemos un tiempo para adorar a Dios en familia.

 

¿Cómo podemos quitar a estos dioses ajenos?                  

                      
· Identificando los dioses ajenos que hemos dejado entrar en nuestra familia, a través de la comunicación con sus miembros y la evaluación de nuestras actitudes.
· Desarrollando el hábito de guardar un tiempo para Dios, tomando en cuenta que, al tratarse de un proceso que al menos toma 21 días, nos exige perseverancia para intentarlo una y otra vez si claudicamos.

· Conocer más profundamente a nuestro Dios, fortalecerá nuestra relación con Él y al enamorarnos más de Su Presencia, dedicaremos más tiempo a buscar Su cercanía.

2. LIMPIARSE Y MUDARSE

Debemos limpiar ACTITUDES que fracturan nuestras relaciones interfamiliares como rebeldía, arrogancia, orgullo, desobediencia, deshonra, irrespeto, egocentrismo, irresponsabilidad, indiferencia, mala comunicación, entre otras. Que también afectan en la relación que tenemos con Dios. 

· Debemos cambiar esas malas actitudes y contrarrestarlas, empezando por nosotros mismos, y siendo el ejemplo para los demás miembros de nuestra familia.

· Tenemos la responsabilidad de corregir las malas actitudes y enseñar aquellas que edifiquen nuestra relación con Dios. 

· Recordemos que todos necesitamos que nos instruyan con palabras de afirmación, tiempos de calidad y cantidad, y una actitud de servicio.

3. LEVANTÉMONOS Y SUBAMOS

¿Qué debemos hacer para levantarnos de nuestra pasividad?

· Ser radical en nuestras decisiones y con nuestro ejemplo. 
· Cultivar una actitud de servicio, desarrollando un nuevo corazón.
· Aprender a dar y a recibir para generar esto en los demás.
· Contacto físico y fraterno entre familia, buscando ganar el corazón de nuestros familiares y su confianza, para Dios.

¿Por qué debemos ir a la iglesia como familia?

Porque es el diseño original de Dios, una familia donde se enseñe Su Palabra. Es un mandamiento que cumple con el principio de sujeción a Cristo como cabeza de la iglesia, que nos permite formarnos juntos en una relación con Dios fortalecida. 

4. HARÉ ALLI UN ALTAR

¿Qué es un altar? Un altar es un punto de encuentro con Dios.

¿Por qué debemos construir un altar?

Porque es un diseño establecido por Dios que muestra que El está sobre todo. Además, darle lugar a la persona del Espíritu Santo nos permite relacionarnos más íntimamente.

Si tenemos un lugar para hacer cualquier tipo de actividad, cuanto más debemos tener un lugar donde encontrarnos con nuestro Padre Eterno.

¿Quién es el Dios que nos inspira a construir?

Es el gran Yo soy, el Dios que nos salvó y en cuya Presencia estamos. El Creador de todo el universo, el Dios Omnipotente que vive y reina, nuestro Abba Padre, nuestro Amado y Majestuoso, el Rey de reyes y Señor de señores.

Trabajo grupal 16/07/17