miércoles, 18 de marzo de 2020

UNA ACTITUD QUE AGRADA A DIOS

2 Crónicas 31:2-5, 10, 21
Y arregló Ezequías la distribución de los sacerdotes y de los levitas conforme a sus turnos, cada uno según su oficio; los sacerdotes y los levitas para ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, para que ministrasen, para que diesen gracias y alabasen dentro de las puertas de los atrios de Jehová. El rey contribuyó de su propia hacienda para los holocaustos a mañana y tarde, y para los holocaustos de los días de reposo, nuevas lunas y fiestas solemnes, como está escrito en la ley de Jehová. Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén, que diese la porción correspondiente a los sacerdotes y levitas, para que ellos se dedicasen a la ley de Jehová. Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas. 10 Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó: Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho, porque Jehová ha bendecido a su pueblo; y ha quedado esta abundancia de provisiones. 21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.


 
Portar una nueva vestidura es cambiar tu actitud de siempre y tomar una actitud según Dios.
 
Las ataduras físicas, emocionales, sentimentales no nos permiten hacer la voluntad de Dios. Ezequías decidió hacer lo bueno a pesar de su trasfondo pues su padre, que le antecedió en el trono, hizo lo malo. Ezequías se decidió por Dios, y cuando encuentras el Reino, lo demás se te añade.
 
Nuestra escala de valores nos dirige. Lo que valores dirige tu comportamiento, cuando vas valorando más a Dios, lo demás va perdiendo el lugar que ocupaba en tu mente y tu corazón. Con los valores alborotados, el pecado se mete y vienen la destrucción y el desagrado a Dios. Donde hay desorden y caos, el diablo impera. Éste es el príncipe de este siglo, el inconsciente colectivo.
 
Quien no se renueva es relevado. Si no avanzas, retrocedes. Cada persona tiene un latido único y Dios mira a cada uno, cada corazón y le da Su propósito.

Nunca vas a tener para dar si no aprendes a traer delante de Dios lo que corresponde. El diezmo se aparta, no se toma de lo que sobra, se toma de tu honra para Dios, es tu gratitud por su provisión y misericordia abundante que la demuestras con la entrega de un valor. Cuando haces las cosas como crees, la carga y responsabilidad es tuya; pero si lo haces como Dios dice, es de Dios y verás Su obra.

2 Crónicas 29:5-11 Y les dijo: !!Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa de Jehová el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia. Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová nuestro Dios; porque le dejaron, y apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová, y le volvieron las espaldas. Y aun cerraron las puertas del pórtico, y apagaron las lámparas; no quemaron incienso, ni sacrificaron holocausto en el santuario al Dios de Israel. Por tanto, la ira de Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a turbación, a execración y a escarnio, como veis vosotros con vuestros ojos. Y he aquí nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres fueron llevados cautivos por esto. 10 Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira. 11 Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de él y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso.

Los levitas dejaron de hacer aquello para lo que fueron escogidos, su servicio, y en consecuencia la protección de Dios se había retirado de ellos. Toda autoridad esta establecida para poner orden. La gente se rebela a la falta de autoridad.

Si funciona, no lo toques. Todo lo que este dañado, arréglalo. Corrige tu servicio para que Dios te bendiga. Corrige tu comportamiento y aprende hacer bien lo que Dios ha mandado.

Tomado de la predicación del Pr. Roberto Dávila del 08/12/19

No hay comentarios:

Publicar un comentario