Dios le habló a Abraham y le dijo: Sal de tu tierra y tu parentela.
Si Dios te habló, ¿Qué estás esperando? Hay cosas que al principio son bendición y luego se estancan en tu vida, empezaste y te quedaste a medias, te falta el resto de la fe para terminar, tuviste fe para arrancar, pero si no has hecho lo que Dios dijo que debías hacer, no esperes que te vuelva a hablar y tu no sigues su voz. El no te arrea. No esperes privilegios sin antes desarrollar carácter, caso contrario tendrás como consecuencia destrucción.
Dios no va hacer nada sino haces lo que El dice.
Si Dios te habló, ¿Qué estás esperando? Hay cosas que al principio son bendición y luego se estancan en tu vida, empezaste y te quedaste a medias, te falta el resto de la fe para terminar, tuviste fe para arrancar, pero si no has hecho lo que Dios dijo que debías hacer, no esperes que te vuelva a hablar y tu no sigues su voz. El no te arrea. No esperes privilegios sin antes desarrollar carácter, caso contrario tendrás como consecuencia destrucción.
Ante tus problemas, Dios pelea por ti. Ante los ataques del diablo debes buscar la dirección espiritual y ante el desorden de tu propia vida tienes que asumir las consecuencias y volver al orden.
Transmitimos a nuestros hijos, el modo de resolver los problemas y ellos lo repiten a sus hijos. Por eso, es imperante reprogramarse de las malas experiencias de la vida. Desarrollar en tus hijos lo que necesitan para resolver por ellos mismos su vida dependiendo de Dios. Dios puede cambiar tus experiencias para que no sigas como hasta hoy, sino que empieces a tener victorias. Las experiencias de vida demuestran quien eres.
Cámbialas para mejorar y busca buenas experiencias para subir de nivel.
Tomado de la predicación del Pr. Roberto Dávila del 08/03/20
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