domingo, 9 de marzo de 2014

SIGUE CREYENDO

Génesis 45: 21-27 Y lo hicieron así los hijos de Israel; y les dio José carros conforme a la orden de Faraón, y les suministró víveres para el camino.  A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Benjamín dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos.  Y a su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de trigo, y pan y comida, para su padre en el camino.  Y despidió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y él les dijo: No riñáis por el camino.  Y subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre.  Y le dieron las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob se afligió, porque no los creía. Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, su espíritu revivió.

Cuando hemos pasado por situaciones difíciles en la vida, hemos sido traicionados o alguien nos ha fallado, dejamos de confiar en las personas y en Dios. Sin embargo, todos necesitamos alguien en quien confiar. Cuando no confiamos, no creemos, nuestro corazón se aflige. Necesitamos entregar el beneficio de la duda.

Cuando no obtenemos de Dios lo que queremos, vamos perdiendo la confianza. Pero el propósito de Dios no es complacernos en lo que queramos, Él es Dios y usa varios procesos para tratar nuestras vidas. Los procesos reflejan lo que hay dentro de nuestro corazón antes de que llegue lo que ÉL nos ha prometido. Lo que Dios dijo se cumplirá.

A Dios le interesa que tengamos una actitud de obediencia porque Dios tiene un propósito para cada circunstancia que permite en nuestra vida.

Los sueños son el estímulo del alma. Es lo que nos empuja para animarnos a vencer el cansancio. La confianza tiene gran galardón porque es necesaria la paciencia para esperar las promesas de Dios, confiando en que Su Palabra es verdad.

Jacob perdió la confianza porque escuchó las palabras equivocadas. Sus propios hijos le habían engañado respecto a la vida de José. No podemos ver el corazón de otras personas pero a través de las palabras que dicen podemos notar lo que tienen dentro de su corazón y sus actitudes en tiempo de crisis nos declaran si son o no confiables.

Si queremos escuchar el corazón de Dios tenemos que estar en calma. El talento se forja en la calma pero el carácter se forja en la crisis. No podemos hablar de un mensaje de prosperidad, paz y restauración sino demostramos con nuestras vidas que es así. Dios tiene el poder para revivir lo que en nosotros está muerto. No podemos escondernos detrás del pecado de otros y por eso dejar de confiar. Dios puede hacer todas las cosas nuevas y de nuevo.

Cómo revivió el espíritu de Jacob:
1.   Solo un soñador puede despertar el espíritu de otro soñador.
2.   Aprender a ver las señales. No dejarse confundir por el daltonismo espiritual.

Salmo 126: 1-3 Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.  Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.


Dios es el Dios de las oportunidades. Cuando Él te saque de la cautividad, vuelve a soñar.

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