lunes, 16 de noviembre de 2020

FE CORRECTA, PERSPECTIVA CORRECTA PARA RECIBIR

Haz tesoros en el mundo espiritual para que cambie el terrenalEstamos sentados espiritualmente junto a Cristo, en lugares de autoridad. Tenemos que entrar a esos lugares a ganar batallas en el Reino de Dios. Si vivimos como hijos de Dios pero con los sentidos entorpecidos, estamos dando lugar al diablo a que haga lo que quiera con nosotros.

Lucas 10:39 María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada está con muchas cosas. 42 pero solo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.


La adoración es hablar, adorar, entregarse a Dios por medio de un corazón contrito y humillado. Aunque el mundo cambie, los hijos de Dios deben fortalecerse en la fe y declarar con nuestra boca la Palabra de vida para tener vida.

La estima se afecta con la condenación. Cuando recibes el amor de Dios, que no te condena, te sientes amado y puedes amar a tu prójimo hasta a tus perseguidores.

Gloria postrera es lo que viene. Escuchas a Dios, entonces actúas con fe y te vuelves inteligente y estratégico para actuar.

La fe correcta te da una perspectiva correcta. Los puntos de vista del mundo son muchos. Nuestras acciones son producto de nuestras perspectivas.

Un principio es una verdad fundamental que da dirección a nuestro accionar, todo valor es un comportamiento que surge de un principio, en nuestro caso, bíblico. La perspectiva depende de las creencias, la palabra de Dios, una sana doctrina. Creo, veo, recibo. Lo que creo determina lo que veo, mi perspectiva. Y lo que veo determino lo que recibo. Si mi visión es buena o mala, eso recibo. 

Mentalidad de gratitud, La vida y todo lo que lleva no es un derecho sino una bendición, una gracia, un don de Dios. Tener una mentalidad agradecida, a veces es la única forma de cambiar la perspectiva, es pasar por dificultades que Dios permite para ese mismo fin.

Mentalidad de apropiación, es querer arrebatar a otros lo que no es tuyo pero quieres tenerlo para ti. Quiere decir que no confías en que Dios puede bendecirte. Dios tiene cosas a tu nombre, que ya son tuyas, no tienes que apropiarte de lo que no es tuyo, tienes que tener fe y formarte para recibirlas. Es fruto de la envidia e inseguridad.

Mentalidad egoísta, es ver lo que pasa alrededor, no interesarse, sino estar cómodo sin ayudar a nadie. La manera más alta de egoísmo de una persona es excluir a Dios de su vida. Quienes viven a su manera sin tomar en cuenta a Dios. Debemos tomar decisiones basadas en la Palabra de Dios, pues somos consecuencia de nuestras decisiones y falta de gestión.

Para construir, necesitas hablar el mismo idioma. Como en la torre de Babel, no pueden estar juntos si no están de acuerdo. No hemos incluido a Dios en nuestros proyectos, aunque cuando Dios está en tu hogar es como un imán para la bendición, incluido en la vida en toda cosa. No incluya a Dios como un invitado a quien se olvida cuando ya tienes su favor, sino que sea permanente.

Mentalidad de compartir, es la mentalidad de Jesús, hacer algo para ayudar a otros a pesar de ti, de perder algo de lo tuyo. De lo que recibimos, damos.

Mentalidad de mesonero, lo que es mío pero no es mío, lo manejaré bien. El que es fiel en lo poco lo es en lo mucho. Aprender a dar es un hábito que se aprende. Cuando conoces a Cristo que es el ejemplo mayor de dar, comienzas comprometiendo lo que tienes. Dios nunca rechaza vidas pero sí ofrendas, como rechazó a Caín. Cada uno dé porque Dios nos dio capacidad de dar. Lo que das sale del corazón no es para quitarte, sino para multiplicarte y bendecirte. El dar es la llave para recibir. No es la cantidad sino la acción de honrar a Dios con lo que recibo.

2 Timoteo 1:11 del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. 12 por lo cual asimismo padezco esto, pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.

Recibió bendición de otros y del Señor para que tenga misericordia de nuestras cosas, cerca del Señor.



Tomado de la predicación del P. Roberto Dávila del 02/08/20

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