miércoles, 29 de abril de 2020

TIEMPO DE PACTO Y DE FAVOR DE DIOS

Tiempo de Pacto, es el tiempo de moverse por la fe, no hay garantías de nada solo la sólida confianza en el cumplimiento ineludible de la Palabra de Dios.

Tiempo de favor, es el tiempo cuando no hay trabajo ni esfuerzo; sino que la tarea es buscar a Dios, para que cualquier cosa que hagas se multiplique. El favor de Dios es lo que hace prosperar tu trabajo.

Tiempo de desarrollar criterio, es el tiempo de tomar decisiones según lo que tengas a mano pero pensando en alcanzar la promesa de Dios; prestando oído a la inspiración Divina, la dirección del Espíritu Santo para saber hacia dónde y cómo movernos.

Dios tiene un tiempo, una hora, una temporada, para cada manifestación de Su obra y Su poder.


A la media noche, el pueblo de Israel fue sacado de Egipto.

Sansón, estando con una prostituta en Gaza, fue despertado a media noche y el Espíritu Santo actuó sobre él para salir victorioso.

Pablo y Silas, mientras adoraban en la cárcel, tembló a media noche y se rompieron sus cadenas y se abrieron las compuertas de la cárcel.

El Espíritu Santo de Dios activa la capacidad de crear y de resolver los problemas; nos da imaginación y la capacidad de contener todo en el corazón. De esta forma, se incuban los pensamientos que nos preparan para lo que vendrá en su momento, nuestro corazón es una gran reserva.

Números 13: 32 y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: la tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores, y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.

Los espías hablaron mal de la tierra que fueron a reconocer, era la tierra prometida por Dios. No sabían el poder de sus palabras. Eran muy inteligentes pero no tenían la capacidad de ver el Reino de Dios. Por eso, vino sobre ellos juicio, la mano fuerte de Dios.

Marcos 11:24 por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os vendrá.
 

Hablemos al futuro bajo la inspiración del Espíritu Santo, no según nuestros deseos; orando, creyendo que lo recibirás, creyendo que Dios puede hacerlo; caso contrario, si no puedes creer que puede pasar, entonces no lo digas.

Este es el tiempo en que Dios ha recordado Su pacto, para darnos Su favor y sacarnos de nuestras pesadas cargas, con el fin de revelarnos lo que necesitamos para ser introducidos a las promesas que tiene para nosotros.
 
 
Tomado de la enseñanza del P. Roberto Dávila del 29/03/20

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