El Mandamiento es una orden dada para bendecirnos, prosperarnos, edificarnos, protegernos y ayudarnos.
La Personalidad es la configuración dotada por el entorno, donde nos criamos y donde vivimos, por eso cambiamos, porque tenemos que reconfigurarnos para adaptarnos a la vida.
La obediencia no se refiere a NO hacer, sino que se trata de lo que SI hacemos. Enseñar los mandatos, enseñar a hacer lo bueno, lo que Dios pide: 'Esto manda y enseña'; si instruimos a los demás solo en lo que deben evitar hacer, dejan de hacer lo que Dios SI manda porque el mandamiento es hacer.
1 Timoteo 4: 11-16 Esto manda y enseña. 12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
1. Ninguno tenga en poco tu juventud. Esto es tener personalidad. Cuando sabes para que eres bueno, el potencial es infinito, enfócate en hacer lo correcto. Tener victorias personales te da autoconfianza. Ayudarte es buscar ayuda y dejarte ayudar.
Nadie te tenga en poco, se ejemplo. No olvides tus raíces por más capaz que te vuelvas. Desarrolla Convicción y persuasión. Tu trabajo habla de ti. Toda persona ingrata mañana es desleal.
Proverbios 13:11 Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.
El dinero no trabajado con mano laboriosa se dispersa.
En toda labor hay fruto mas las vanas palabrerías empobrecen.
2. Ocúpate en la exhortación, enseñanza y lectura. No pasemos por alto las instrucciones. El conocimiento puede conspirar contra ti cuando no es verdadero, cuando esta creado para el entorno donde estas. Busca formas de aprender la verdad. Mientras vamos madurando y cumpliendo un propósito en la vida, ocúpate en la lectura, la enseñanza y la exhortación, no en cosas banales que le das atención y tiempo y te distraen; funcionamos de acuerdo a nuestra codificación, configuración dada por el pensamiento. Debemos ocuparnos en lo que está acorde a nuestra configuración, cuando es sana en Dios, es de lo que estamos hechos. No permitas que cualquier cosa te llame la atención, trabaja en tu configuración para que tus ojos no se distraigan. Cuida donde está puesta tu atención porque según eso te ocuparás.
Tu nivel de revelación está dado por donde ocupas tu atención; en lo que tienes que ocuparte es en cambiar los pensamientos y la rebeldía y todo aquello que te llevará a un cambio de vida. Si Dios te llama la atención en eso te vas a ocupar.
¿A qué le estás dando tu tiempo?... el tiempo es vida.
Tomado del mensaje del Pr. Roberto Dávila del 14 y 21/04/19
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