La iglesia es un organismo vivo que puede enfermar. La vida de la iglesia es Cristo.
Los líderes tienen el compromiso delante de Dios de no contaminar ni dejar que la iglesia sea contaminada.
Génesis 17:18-19 Y Abrahán le dijo a Dios: «¡Dígnate permitir que Ismael viva!» Pero Dios le respondió: «Lo que he dicho es que Sara, tu mujer, te dará un hijo, y tú le pondrás por nombre Isaac. Yo confirmaré mi pacto con él como un pacto perpetuo para sus descendientes.
FORMACIÓN = EXPERIENCIA + EDUCACIÓN
Visión, permite ver con claridad lo que Dios quiere que sea la iglesia y haga en la comunidad como cuerpo de Cristo.
Liderazgo, personas que entienden la visión y la comunican, organizan al cuerpo de Cristo para que se haga realidad; son personas fieles e idóneas para enseñar a otros.
2 Timoteo 2:2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, encárgaselo a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
Cuerpo Ministrante, miembros de la iglesia trabajan unidos usando sus dones en la congregación y a comunidad. El liderazgo debe movilizar a la congregación.
Recursos, desafiar a las personas a ser buenos mayordomos de su tiempo, talento y tesoros para usarlos en la edificación de la obra de Dios, en la iglesia y la comunidad. El mayordomo no puede creerse el dueño. Somos lámpara para dar luz, como recurso de Dios para la iglesia, no como empleados o asalariados.
Nexo con el contexto (comunidad), el mensaje de Cristo no cambia pero debe compartirse tomando en cuenta el contexto del entorno mediante de diversos métodos, ese es el propósito de conectarse.
Tomado de la enseñanza del P. Roberto Dávila del 16/09/18
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