viernes, 25 de octubre de 2019

SIEMBRA OPORTUNA

1 Crónicas 19:10-13  Y viendo Joab que el ataque contra él había sido dispuesto por el frente y por la retaguardia, escogió de los más aventajados que había en Israel, y con ellos ordenó su ejército contra los sirios. Puso luego el resto de la gente en mano de Abisai su hermano, y los ordenó en batalla contra los amonitas. Y dijo: Si los sirios fueren más fuertes que yo, tú me ayudarás; y si los amonitas fueren más fuertes que tú, yo te ayudaré. Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le parezca.
 
 
 
Joab tomó a los más aventajados para armar la estrategia, con esfuerzo y trabajando en equipo pudieron hacerlo con el favor de Dios.
 
La Palabra de Dios habla a tu espíritu para inspirarte y moverte. El Espíritu de Dios pone un pensamiento en tu espíritu que empiezas a VER, entonces construyes. Si queremos VER, tenemos que conectarnos con Dios y para VER, tenemos que aprender a OÍR.
 
Ley del movimiento oportuno, hay siembras ordinarias que dan cosechas ordinarias. Las Primicias son siembras oportunas, que dan cosechas oportunas. Pero es inoportuno, cuando llega como tropiezo en lugar de bendición. Esa es nuestra torpeza, NO saber QUÉ, CUÁNDO, CÓMO hacerlo.
 
Las primicias garantizan que van a llegar las cosechas, demuestran la prioridad en la que tienes a Dios y sus asuntos. En Hageo se relata cómo se olvidaron de la casa de Dios. Están olvidando sus prioridades. Dios es nuestra prioridad, por eso entregamos una primicia para la casa de Dios y Él nos dará la lluvia temprana y tardía. Esta acción reprograma nuestra mente y libera nuestro corazón.
 
Es una disciplina, le da orden a nuestra vida, porque en el desorden perdemos cosas y bendiciones. Con la disciplina aprendes a hacer lo que no te gusta pero que sabes que te va a bendecir.
 
No es suficiente la fe, es necesario el conocimiento, el saber cómo mover esa fe.
 
Debe hacerse una costumbre, un hábito. Todos los primeros meses del año debe practicarse la costumbre de traerse primicias a Dios.
 
La casa de Dios NO debe ser olvidada ni descuidada, no puede subsistir de las obras, sino que debe ser sustentada y bendecida por quienes acuden a esa casa. Evitemos el espíritu que ataca a las finanzas y empobrece a la manera de Madián, donde los madianitas robaban todo lo que podían y dejaban las sobras para Israel.
 
Que Dios sea nuestro primer pensamiento para manejar nuestras finanzas y El traerá provisión sobre natural.
 
Joel 2:19 Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio entre las naciones.
 
Tomado del mensaje del Pr. Roberto Dávila del 10/02/2019

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