SI DIOS NO ESTA EN EL ASUNTO... ESTAS VACÍO

En este link encuentra una preciosa revelación de Dios https://www.facebook.com/MinisteriosEnContacto/videos/813261859069811/

El Espíritu Santo es el ejecutor de la obra de Dios por eso tenemos que saber como opera. Es el arquitecto de todo lo que Dios quiere hacer en Su iglesia. Si Dios no esta en el asunto, estas vacío.

 

Mateo 4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

 

Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Todo esto tiene como propósito que seamos testigos, el objetivo del poder del Espíritu Santo es que seamos testigos suyos. Hay que buscar la llenura constante del Espíritu Santo, el fruto de Su transformación.

 

Derramar viene de la palabra eckcheos que significa que crece desde adentro y se derrama, similar a la leche cuando hierve.

 

Poder viene de la palabra dynamos que significa dinamita, se refiere al poder preciso para que comience a suceder lo profético.

 

El Espíritu Santo actúa sobre cada uno para darnos poder de ser testigos del Reino, no evangelio social ni de la gente o de la felicidad, sino la manifestación el poder de Dios. Nadie puede entrar al Reino si no nace de nuevo para poder entenderlo.

 

El Espíritu Santo genera lo apostólico y lo profético, mediante Su revelación.

 

Apostólico significa 'alguien enviado', a formar un oficio ministerial, jerárquico, de orden y organización para establecer pastores.

 

Profético se refiere a lo manifestativo del Reino, usar de los dones, oír la voz de Dios ahora, escuchar el corazón de Dios para darlo a conocer.

 

Revelación es el anhelo del  Espíritu Santo en el creyente dispuesto a pagar el precio, quien se esfuerce en entablar una relación estrecha con El. El Espíritu Santo es quien diseña, establece y marca el camino y lo revela según su beneplácito. Nadie sabe las cosas que recibes hasta que aparecen.

 

Tomado de la enseñanza del P. Roberto Dávila del 21/01/18