martes, 21 de julio de 2020

LA GRATITUD ES UNA MANIFESTACIÓN DEL CORAZÓN

2 Samuel 7:8-9 pues bien, dile a mi siervo David que así dice el Señor Todopoderoso: yo te saque del redil para que en vez de cuidar ovejas, gobernaras a mi pueblo Israel. Yo he estado contigo por dondequiera que has ido y por ti he aniquilado a todos tus enemigos. Y ahora voy a hacerte tan famoso como los más grandes de la tierra.
 
Un leproso que fue sanado de la lepra y regresó a agradecer a Jesús cuando fue limpiado. La virtud de los 10 leprosos fue la obediencia por su fe, pero solo uno regreso. La gente de fe no siempre es agradecida.

Busca la forma de ser agradecido con Dios porque tenemos la fe para recibir de Dios, pero no completamos con la gratitud por lo recibido. Lo que recibimos no es un derecho sino la misericordia de Dios. Aun lo bien intencionado que damos a Dios, no quiere decir que sea lo que Dios quiere.

Un agradecido pone en disposición de Dios todo lo que recibe en su mano. Los apóstatas usarán la verdad para desenfocarte. No des un paso sin preguntar a Dios. No estás llamado a hacer lo que crees o quieres, si no lo que Dios dice.


Tu bendición comenzó cuando decidiste agradar a Dios. No tus obras sino la intención del corazón, tu fe motivada en tu corazón. Acepta lo que Dios tiene para ti, las motivaciones se ven por medio de las acciones. Dios corrige y enseña: puedes equivocarte por malicia o por ignorancia, debes afinar el discernimiento por el uso.

No pierdas la capacidad de madurar, ser parte de la solución. El profeta es el canal por donde Dios te confirma, te revela o guía a entender lo que Dios te dice y como quiere trabajar contigo, activar tu fe para que tengas estrategia. Dios no opera fuera de sus principios y Le dijo a David algo que para él no era nuevo, lo llevó a su origen para recordarle cuanto le había bendecido. Que destruyó a sus enemigos y le dio nombre grande en el mundo espiritual, no en el humano. Tener un corazón de David es recordar de donde viniste.
 
Hechos 19:11-16 Dios hacia milagros extraordinarios por medio de Pablo, a tal grado que a los enfermos les llevaban pañuelos y delantales que había tocado el cuerpo de Pablo y quedaban sanos de sus enfermedades, y los espíritus malignos salían de ellos. 13 algunos judíos que andaban expulsando espíritus malignos intentaron invocar sobre los endemoniados el nombre del Señor Jesús. Decían: en el nombre de Jesús, a quien Pablo predica, les ordeno que salgan. 14 esto lo hacían 7 hijos de un tal Esceva, que era uno de los jefes de los sacerdotes judíos. 15 un día el espíritu maligno les replicó: conozco a Jesús y se quién es Pablo, pero ustedes ¿Quiénes son? 16 y abalanzándose sobre ellos, el hombre que tenía el espíritu maligno los dominó a todos. Los maltrató con tanta violencia que huyeron de la casa, desnudos y heridos.
 
Tu nombre tienes que hacerlo en los cielos no en la tierra, no es por sacrificio sino por gracia. El Dios de toda gracia te fortalezca y te establezca.
 
¿Cómo quieres Dios que te agradezca lo que has hecho conmigo?
 
Tomado de la predicación del P. Roberto Dávila del 11/06/20

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