jueves, 23 de julio de 2020

TODOS TENEMOS UN DESTINO

No es un lugar
 
Apocalipsis 21:1 vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
 
El destino final no es el cielo, es un camino que vamos realizando y entendiendo.
 
Lucas 2:52 y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
 
El destino del cristiano es crecer, aunque estés estancado.
 
No hagas tus planes sin contar con Dios porque Él tiene la última palabra. Acuérdate de quien eres como hijo y alinéate a Dios y aprende el oficio de tu Padre.
 
Debes trabajar en el proceso, es importante crear la estructura para sostener cualquier cosa. Dios pone tu riqueza sobre tu carácter, pero el mundo la pone sobre tu talento. 

Efesios 4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.

 
Todo viene de Dios. Debes madurar y prepararte para la obra.
 
El cristiano niño se lo distingue por su manera de hablar, con malas palabras, negatividad, sin prudencia, sin discernimiento. El cristiano maduro toma responsabilidad y crece, no se mantienen como adolescentes siendo ya adultos.
 
El engaño del diablo a Eva fue el hacerle creer que sería como Dios y no necesitaba ser como Dios porque ya eran imagen de Dios, así fueron creados. Pero en su inmadurez, no supo discernir y posteriormente no asumió la responsabilidad de su desobediencia.
 
Todas estas cosas aparecen para crecer. ¿En dónde estás hoy? ¿De aquí en un año?, ¿Dónde estuviste hace un año? No podemos arreglar el pasado que se fue. Debimos prepararnos antes tal vez. Nadie se puede imaginar lo que pasará. No podemos seguir llorando por el pasado, debemos confiar en Dios y seguir hacia el futuro porque tampoco sabemos que vendrá ni cómo cambiará todo, así que hoy debemos crecer.

El pasado se te fue, ya no juzgues a ti ni a nadie buscando culpables o justificaciones. Ya levántate para el presente y el futuro. Vuélvete productivo. ¿Te sientes mal? Llora en la Presencia de Dios. Dios te está metiendo en este tiempo para que salga todo lo que puso en ti; y si no sabes hacerlo, aprende. El liderazgo es lo que necesitamos aprender, es una habilidad para saber dónde estamos y a donde queremos llegar.

No temas, Dios está contigo, pide dirección a Dios. La iglesia es un organismo vivo sustentado por Dios, tenemos vida por Cristo. Todo organismo sano crece bien pero cuando se enferma crece deformado. El destino del cristiano es crecer en 4 áreas:

Crecer en la fe, que viene por el oír la Palabra y ponerla en práctica, su obediencia refleja su fe.

Crecer en la gracia, el poder, creer que podemos prosperar, desarrollar la capacidad de gobernar, administrar y resolver conflictos. Volverse confiable para Dios.

Crecer en la madurez. Esta reflejada en los actos medidos por el amor que brinda.

Crecer en conocimiento, de Dios y de la máxima conciencia de algo. Cuando la información entra en un estado de conciencia, cambia tu perspectiva y te levantas a corregir el camino.

La Biblia produce valores en ti que producen comportamientos. Cuando queremos cambiar tenemos que ver cuáles son nuestros comportamientos que vienen de nuestros valores que salen de nuestras creencias que deben basarse en la Biblia. Nuestras creencias determinan nuestros comportamiento y a dónde vamos. Tenemos que deshacernos de las creencias limitantes.

Tomado de la predicación del P. Roberto Dávila del 19/07/20

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