jueves, 23 de julio de 2020

MINISTERIO PROFÉTICO

El Espíritu de profecía o unción profética es ser sensible a lo que Dios quiere hablar, la sensibilidad para escuchar la voz del Espíritu Santo. Cuando sientes decir algo a alguien de parte de Dios porque El derrama de Su Espíritu sobre toda carne para fluir en Sus bendiciones y dar la palabra que activa la fe y da vida al oyente. 

Es el deseo de Dios derramar de Su Espíritu Santo y lo encontramos en todas las iglesias porque el Espíritu de profecía es dado para edificar la iglesia, y se derrama sobre toda carne según como el Espíritu desee manifestarse.

 
El don de profecía es dado de parte de Dios y lo tienen solo algunos creyentes y debe ser usado para la edificación, exhortación y consolación de la iglesia
 
1 Corintios 14:3 pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
 
El oficio profético es lo que ejerce el profeta como ‘profesión’ avalada por estudios y certificada por autoridades de una denominación, quienes le otorgan la autoridad para ejercer este oficio.
 
En estos 3 casos se usa la palabra profética que es el hacha de Dios puesta a la raíz de los árboles, la profecía advertía para que la gente se convirtiera de su mal camino, y si no se convertían, el hacha cortaba, se cumplía todo el juicio de Dios; pero si la gente se volvía a Dios por la profecía, el hacha que estaba a la raíz del árbol era quitada. 

Esta palabra es la que va cortando la maleza del terreno antes de sembrar, como un azadón que prepara la tierra deshierbando todo para después, en el terreno limpio, poder colocar la buena semilla de la Palabra de Dios. No se puede sembrar si primero no se corta lo malo. De aquí la importancia de aprender a hablar lo que Dios muestra.



 
Con esta introducción podemos entender lo que refiere a la intercesión profética que se trata de un tipo de oración pero de alto nivel, donde accedemos al trono de Dios, quien da respuesta al cielo, que responde a la tierra para darnos lo que hemos pedido.
 
Oseas 2:21 en aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos y ellos responderán a la tierra 22 y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite y ellos responderá a Jezreel (Dios siembra)
 
En donde el trigo representa la prosperidad, el trabajo, los negocios, la revelación, la vida; el vino representa la reforma, el cambio y la restitución; el aceite representan los milagros, la unción y la sanidad.
 
Es necesario aprender la Palabra de Dios, afinar la vista y la boca. Las cosas se apresuran cuando usas la Palabra profética como un hacha que corta, libera y limpia. Entonces puedes crear con la Palabra las cosas inexistentes para que aparezcan y alineado a la voluntad de Dios, El mueve lo necesario para que sea soltado sobre ti. Recuerda, el diablo no se cansa de estar oponiéndose y se mueve a nuestra contra, nosotros también debemos movernos pero en lo espiritual a través de la Palabra profética. 
 

Tomado de la enseñanza del hno. Diego Jijón del 09/07/20

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